Urología Enfermedades

Incontinencia urinaria

Incontinencia urinaria en mujeres

La incontinencia urinaria es la pérdida involuntaria de orina. Afecta hasta el 30% de las mujeres –con una mayor prevalencia sobre los 40 años–, que ven comprometida su calidad de vida. Se puede presentar de dos formas:

Incontinencia de esfuerzo

Se refiere al escape de orina al toser, estornudar, reírse o levantar pesos. Afecta principalmente a mujeres, ya que por lo general se debe al debilitamiento del piso pélvico, conjunto de músculos y ligamentos que sostienen en la posición adecuada a la vejiga, uretra, útero, vagina y recto, para su normal funcionamiento. Este tipo de incontinencia puede presentarse aislado o en combinación con otras afecciones del piso pelviano como el prolapso del útero, vejiga o recto.

Causas

  • Estar en etapa postmenopáusica. Los tejidos pierden la tonicidad y elasticidad normales debido a la falta de hormonas.
  • Haber tenido partos vaginales múltiples (especialmente si se usaron fórceps).
  • Haber sido sometida a cirugías de la pelvis o parte inferior del abdomen.
  • Tener obesidad y/o tabaquismo.
Incontinencia de urgencia   

La persona presenta un aumento de frecuencia miccional y/o el deseo súbito e imperioso de orinar al punto de no alcanzar a llegar a un baño, lo que afecta su calidad de vida. Es causada mayormente por una vejiga hiperactiva, es decir, ésta se contrae de forma involuntaria antes de llenarse.

Para la mayoría de los casos, la causa es desconocida. Sin embargo, puede estar relacionada con el consumo de alcohol, tabaquismo, algunos alimentos y estreñimiento. En otras ocasiones, se asocia a algunas patologías más graves, como cáncer vesical o cistitis crónica, para lo cual la persona debe ser evaluada por un especialista.

 

Diagnóstico

Se realiza mediante una entrevista a la paciente, examen físico, ecotomografía, exámenes de orina y eventuales estudios urodinámicos para conocer la función y estado tanto de la vejiga como del tracto urinario.

Tratamientos

Depende del tipo de incontinencia que se diagnostique. Puede ser farmacológico (vía oral o intravesical), quirúrgico o una combinación de ambos. Además, estos tratamientos se pueden complementar con cambios de hábitos alimenticios y ejercicios de Kegel, que ayudan a fortalecer los músculos pélvicos.

Cirugía

El procedimiento para el tratamiento de la incontinencia de esfuerzo (Sling sub-uretral), consiste en una cinta de material sintético que se instala por vía transvaginal libre de tensión bajo la uretra media. Ésta funciona como un reemplazo a los soportes dañados que causan la pérdida de orina involuntaria.

El proceso tiene una corta duración, se utiliza anestesia regional y, al ser mínimamente invasivo, permite una rápida recuperación, por lo que en la mayoría de los casos la paciente vuelve a su casa en 24 horas. Esta técnica quirúrgica ofrece sobre el 90% de probabilidades de éxito.

Terapia de neuromodulación central

Las mujeres con incontinencia urinaria de urgencia, pueden ser candidatas a un tratamiento a largo plazo con la nueva tecnología InterStim®. Este pequeño dispositivo proporciona impulsos eléctricos suaves que ayudan a restablecer la actividad nerviosa normal, lo cual le permite a la paciente orinar normalmente.

Esta terapia, aprobada por la FDA, debe ser utilizada después de haber probado otros tratamientos sin obtener resultados positivos o si se presenta intolerancia a ellos.

El sistema InterStim® incluye un:

  • Neuroestimulador implantable, similar a un marcapasos implantado debajo de la piel.
  • Electrodo (cable fino), que envía los impulsos eléctricos suaves a los nervios que controlan la vejiga.
  • Programador inalámbrico, que le permite ajustar el nivel de la estimulación.

El procedimiento para implantar el electrodo y dispositivo (“marcapasos”) es ambulatorio y mínimamente invasivo. El neuroestimulador se coloca en la parte superior del glúteo justo por debajo de la piel de la paciente y se le entrega un controlador inalámbrico para detener, iniciar y ajustar su tratamiento fácilmente.

La Unidad de Piso Pélvico de Clínica Santa María está conformada por ginecólogos y urólogos especializados quienes entregan un tratamiento integral para el prolapso e incontinencia urinaria.

Incontinencia urinaria en hombres

La incontinencia de orina puede, con menor frecuencia, afectar a hombres que sufren enfermedades neurolígicas o que han sido sometidos a cirugías de la vejiga, próstata o recto. En estas situaciones los principios del estudio y tratamiento son similares y los resultados del tratamiento suelen ser muy favorables.

Infecciones urinarias

infecciones

Es una infección que se presenta en la vejiga, los riñones y en la uretra. Cuando es en la vejiga recibe el nombre de cistitis y cuando es en la uretra se llama uretritis. En caso de que se desplace a los riñones, toma el nombre de pielonefritis.

Las infecciones urinarias son causadas por bacterias, producen inflamación en estas zonas y pueden afectar cualquier parte del trayecto que recorre la orina.

Es muy común entre mujeres, especialmente en adultas jóvenes, ya que la uretra (conducto por el que sale la orina) está a pocos centímetros del ano. Se calcula que un 20% de las féminas sufrirán al menos un episodio de infección urinaria en su vida.

Existen periodos específicos en la vida en los que hay mayor incidencia de infecciones:

  1. La infancia: tiene directa relación con los hábitos higiénicos.
  2. Inicio de la vida sexual activa en la mujer y se produce por la colonización o adquisición de gérmenes durante la relación sexual.
  3. Menopausia, determinado por los cambios hormonales, que implican modificaciones en el pH de la zona genital.
  4. Tercera edad, etapa en que se acentúan los cambios hormonales y se suman patologías propias de la edad, como la incontinencia y el prolapso.

Síntomas

Los clásicos síntomas de las infecciones urinarias son:

  • Dolor, pujo y ardor al orinar.
  • Polaquiuria (evacuar seguido y en poca cantidad).
  • Incapacidad de aguantar el deseo de ir al baño.
  • Sensación de no haber vaciado la vejiga.
  • Líquido turbio o de mal olor.
  • En algunos casos puede haber sangramiento.

El germen que con más frecuencia se relaciona con estas infecciones es el Escherichia Coli. La gran mayoría afecta solo a la vejiga, pero si llegan a riñón pueden producir una pielonefritis que incluye dolor de espalda y fiebre.

Tratamiento

  • Es con antibióticos, siempre recetados por un especialista y luego de haber realizado un urocultivo.
  • En algunos casos de pielonefritis aguda, se requiere hospitalización y tratamiento antibiótico por vía endovenosa.
  • Nunca se debe automedicar.

Infecciones Genitales

Muchas de las infecciones genitales masculinas y femeninas son causadas por chlamydeas, mychoplasmas, herpes, entre otras. Estas enfermedades son de un difícil diagnóstico, por lo que se requieren exámenes especializados.

Las que más se relacionan con las infecciones urinarias son las chlamydeas y los mychoplasmas, las cuales a su vez se asocian con la infertilidad.

Prevención

  1. No retrasar la micción cuando tenga ganas de orinar.
  2. Orinar tranquila y sin apuro hasta vaciar completamente la vejiga.
  3. Beber diariamente abundante líquido.
  4. Orinar antes y después de tener relaciones sexuales.
  5. Mantener un PH estable en la piel, evitar el cambio continuo de jabones y geles de baño.
  6. Realizar el aseo genital en forma adecuada.
  7. Hacer las necesidades todos los días, preferentemente en la mañana antes de la ducha.
  8. Consulte a su médico ante la primera molestia que tenga al orinar.