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No sólo se presentan en primavera

Alergias en invierno potencian infecciones respiratorias

Publicado el 25/06/2015

Las alergias respiratorias frecuentemente se relacionan con la primavera. Sin embargo, estas molestas reacciones del organismo a agentes externos también pueden aparecer en invierno.

“En la época de frío la humedad y el mayor encierro en las habitaciones genera un aumento de alergias por ácaros del polvo y hongos”, explica el Dr. Christian Olavarría, otorrinolaringólogo de Clínica Santa María.

Este tipo de alergia es bastante frecuente en la población chilena, ya que alrededor de un 8% de las personas la padecen. Los síntomas más habituales son congestión nasal, estornudos, descarga posterior de mucosidades –cuando la secreción nasal se va hacia la garganta– y tos seca, entre otros.

Aunque estos síntomas se pueden controlar con medicamentos antihistamínicos y corticoides nasales, el problema más grave es que las alergias de invierno predisponen al paciente a infecciones respiratorias. “Un paciente alérgico es un hotel 5 estrellas para los virus", señala el Dr. Olavarría.

Además agrega que, si a esto le sumamos condiciones como el hacinamiento y la contaminación ambiental, hay mayor probabilidad de que el afectado sobreinfecte su alergia de base. Esto puede llevar a cuadros más de cuidado, como bronquitis, otitis o sinusitis.

¿Qué pasa si la alergia no disminuye?

En casos específicos de pacientes que no responden bien al tratamiento tradicional o con mala adherencia a los fármacos –es decir, que no los toman de forma adecuada–, es posible recurrir a una técnica de reducción de los cornetes nasales, que mejora la obstrucción de la nariz y controla la mucosidad exagerada.

Esta técnica es poco invasiva y se puede realizar con anestesia local y de forma ambulatoria. “La reducción de cornetes consiste en coagular los tejidos de estas estructuras normales en la nariz y que han crecido por la alergia, con el fin de desbloquear las vías respiratorias. Este procedimiento puede durar un par de años, pero es tremendamente eficiente en un grupo seleccionado de pacientes”, explica el especialista.

Para esto se utiliza una especie de filamento que en contacto con los tejidos nasales genera una disminución del tejido inflamado, sin dolor y con mínimo riesgo de sangrado. “El paciente puede volver a sus actividades incluso el mismo día”, finaliza el especialista.

Con la colaboración de: Dr. Christian Olavarría, otorrinolaringólogo de Clínica Santa María.