Durante el verano, muchos niños y adolescentes acuden a piscinas para eludir el calor y divertirse en sus vacaciones. Pero este sano entretenimiento puede dar paso a graves accidentes frente a los cuales los padres deben estar atentos.
“La asfixia por inmersión es la primera causa de muerte accidental en niños de entre 1 y 4 años en nuestro país”, explica la Dra. Leticia Yáñez, pediatra de Clínica Santa María. Es por este motivo que enseñarles a los niños a nadar, además de una constante vigilancia por parte de un adulto, es indispensable para poder evitarla. “Bastan dos centímetros y medio de agua para que un pequeño se ahogue”, explica la especialista.
La asfixia en el agua se produce por la falta de oxígeno prolongada, y puede producir la muerte o secuelas neurológicas graves. En caso de que ocurra un episodio así, se debe actuar de la siguiente de forma:
- Extraer al niño del agua.
- Pedir ayuda y mantener la calma.
- Verificar si el niño si presenta respiración espontánea y pulso carotideo.
- De no presentarlo, iniciar masaje cardíaco y respiración boca a boca en una relación de 30:1. No suspender la reanimación.
- De presentar respiración y pulso entonces dejar al niño de costado y no intentar extraer el agua deglutida.
Con la colaboración de: Dra. Leticia Yáñez, pediatra de Clínica Santa María.