Los videojuegos tienen efectos positivos en los menores siempre y cuando este tipo de entretenimiento sea usado con moderación. No obstante, otros tipos de juegos como los que se realizan al aire libre son fundamentales en el desarrollo emocional, psicológico, social y cognitivo.
Incentivar a tus hijos a realizar actividades que impliquen movimiento y lo hagan interactuar con sus pares es importante para estimular el crecimiento físico, la coordinación motora y la expresión emocional. “Un menor que juega construye su visión de mundo de forma amigable y concreta”, explica Juan Pablo Westphal, psicólogo de Clínica Santa María.
Sin embargo, con la masificación de las tecnologías y la inmersión de distintos dispositivos electrónicos, los niños han cambiado sus hábitos de juego. En este sentido, el especialista detalla que los videojuegos son buenos para los menores, siempre y cuando se consideren ciertas restricciones. “La tecnología fortalece el desarrollo de habilidades cognitivas y creativas. Lo que no es adecuado es el excesivo uso de ellas, por lo que se deben utilizar de manera controlada”, añade.
Por otro lado, el experto asegura que éstas se deben utilizar con supervisión de los padres, quienes tienen que acompañar a sus hijos y ser partícipes de ese mundo. “Es necesario darles los mejores espacios controlados para que accedan a este tipo de entretenimiento”, señala el psicólogo.
La importancia de jugar
Por lo tanto, es fundamental que los niños jueguen ya que es el modo en el que empiezan a descubrir e interactuar con el mundo y desarrollar futuras pautas de comportamiento, armando su visión de mundo de manera positiva.
De lo contrario, un menor que no juega elabora su realidad de forma dura y amenazante, sin tener la oportunidad de ir pasando de la fantasía a la realidad en forma gradual. “Además, el sedentarismo puede generar muchas veces dificultades motoras, inseguridad, baja autoestima, rigidez emocional y de pensamiento”, detalla el especialista.
“Las actividades recreativas que aportan de manera más significativa en la salud de los niños son todas aquellas que implican movimiento creativo y fantasía, ya sea en el aspecto físico-motor como en lo emocional-vincular”, expresa Juan Pablo Westphal.
Rol de los padres
El especialista enfatiza en la importancia que tienen los padres en este proceso de desarrollo mental y físico de los niños, llevado a cabo en las diferentes actividades recreativas. “Jugar con un hijo es entrar en sintonía con él”, dice el psicólogo.
No obstante, se aconseja que no se esté pendiente todo el tiempo del entretenimiento de los niños. Es necesario que ellos construyan sus propios juegos para crear autonomía e iniciativa propia, ya que muchas veces el aburrimiento, acompañado de la entrega de espacios propios, estimula a los niños a crear su propio mundo.
Con la colaboración de: Juan Pablo Westphal, psicólogo de Clínica Santa María.