La lactancia es uno de los procesos más importantes para la unión entre una madre y un hijo. Sin embargo, una primeriza puede tener muchas dudas al respecto. Infórmate aquí sobre algunas de las falsas creencias más frecuentes.
1. Seguir un horario fijo
Falso. Es el hijo quien indica cuándo necesita leche materna. No obstante, en el caso de un recién nacido, se sugiere no dejar pasar mucho tiempo entre cada toma. Si durante el día duerme siestas largas –más de cuatro horas seguidas– la madre debe despertarlo y ofrecerle pecho.
Cuando la mujer amamanta de forma frecuente, aumenta la producción de leche, su hijo incrementa mejor de peso y hay mayor probabilidad de que la lactancia sea más prolongada. Esto no altera negativamente su peso. De hecho, estudios indican que la leche materna tiene un factor protector en la obesidad y por lo tanto disminuye el riesgo de ser obeso en el futuro.
2. Dedicar un tiempo fijo a darle el pecho
Falso. Esto no es recomendable, ya que la composición de la leche materna cambia durante la toma. Al principio, el niño recibe una leche más rica en lactosa que le quita la sed y luego recibe leche rica en grasas, que le aporta mayor cantidad de calorías. Detener la toma tras un tiempo preestablecido, supone correr el riesgo de negarle la leche que contiene más nutrientes.
Por otro lado, no todos los pequeños son iguales: Mientras que muchos niños mayores pueden obtener la mayor parte de su leche en los primeros cinco a diez minutos, los recién nacidos, que están aprendiendo a mamar, necesitan mucho más tiempo recibir la cantidad de leche adecuada a sus necesidades. Cuando esté satisfecho, se separará del pecho y se quedará dormido.
3. Una madre debe tomar leche para producir leche
Falso. Se suele decir que la madre lactante debe aumentar el consumo de leche para hacer frente a una demanda de calcio aumentada por la lactancia. Sin embargo, una dieta saludable rica en verduras, frutas, cereales y proteínas es todo lo que necesita para nutrirse y producir leche.
4. Usar siempre ambos pechos en cada toma
Falso. Es mejor que el niño termine de tomar del primer pecho antes de ofrecer el otro, aunque esto signifique que rechace el segundo. La leche del final de la toma es más nutritiva y se obtiene gradualmente a medida que el niño va vaciando el pecho.
5. Pesar al niño tras cada toma
Falso. Sólo es recomendable si el niño es prematuro o tiene otros problemas. Una guagua sana, puede que tome poca leche pero muy nutritiva o mucha pero más ligera. Además, puede resultar muy incómodo pesarla después de amamantar, ya que en muchos casos se queda dormida.
Para saber si recibió suficiente leche en el día, se debe controlar los pañales: El niño tiene que orinar, por lo menos, 6 a 8 veces diariamente y defecar entre 2 y 4 veces.
Con la colaboración de: Elizabeth Quiñones, matrona coordinadora de la Unidad de Neonatología de Clínica Santa María.