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Información general

El Equipo de Hombro y Codo de Clínica Santa María se conforma por traumatólogos expertos en patología traumática, degenerativa y deportiva.

El grupo está comprometido con la formación continua de la subespecialidad, participando activamente en la Sociedad Chilena de Ortopedia y Traumatología, congresos y cursos nacionales y mundiales.

Atenciones y procedimientos

La patología traumática de hombro y codo constituye fracturas y luxofracturas, las cuales se resuelven con distintas técnicas de cirugía abierta que incluye placas, clavos endomedulares y prótesis en casos requeridos.

Con respecto a la patología degenerativa, como artrosis, lesiones del manguito rotador, entre otras, existe un alto nivel de resolución de estas enfermedades, ya sea con prótesis o artroplastía y la resolución artroscópica en el caso de las lesiones del manguito rotador.

En el desarrollo de la Traumatología Deportiva, el equipo destaca en la resolución de enfermedades asociadas al deportista las cuales se pueden resolver con cirugías mínimamente invasivas como es la artroscopía tanto de hombro como de codo.

¿Qué hacemos?

La patología traumática de hombro y codo constituye fracturas y luxofracturas, las cuales se resuelven con distintas técnicas de cirugía abierta que incluye placas, clavos endomedulares y prótesis en casos requeridos.

Patologías

Existen diferentes patologías que son frecuentes en hombro y codo. Encuentre aquí un listado de éstas con sus características.

Patologías del hombro

 

La clavícula es un hueso situado en la parte superior del hombro, es el más frecuente que se fractura y, en el 80% afecta al tercio medio,15% tercio lateral y 5% tercio medial.

Fractura de clavicula

Tratamiento ortopédico

Se indica en las fracturas con poco o ningún desplazamiento. Consiste en cabestrillo bloqueado por 3-6 semanas y luego ejercicios hasta 90 grados hasta conseguir la consolidación entre las 6 y a las doce semanas.

 

Tratamiento quirúrgico

Se reserva para aquellos casos en que la fractura está muy desplazada, muy acortada y/o, esté quebrada en varias partes.

En general, el método habitual es reducción interna y fijación con placa.

Estas son placas precontorneadas con la forma de la clavícula, de acero quirúrgico o de titanio. El objetivo es reducir y estabilizar los fragmentos.

 

Cuidados postoperatorios

Se requiere el uso de cabestrillo por 3-4 semanas que solo se retira para bañarse, o según indicación médica.

La kinesioterapia en general comienza luego de la cuarta a sexta semana, y la actividad deportiva, luego de dos a tres meses según el tipo de fractura y teniendo signos de consolidación en las radiografías.

 

Complicaciones

Son infrecuentes pero cuando ocurren pueden comprender:

  • Infección.

  • Pérdida de la reducción.

  • Falla en la consolidación, retardo en la consolidación o consolidación deficiente, que puede llevar a no unión o mala unión.

  • Lesiones de vasos o de nervios.

 

 

Son la fracturas que comprometen en extremo proximal del humero. Corresponde al 10 % de todas las fracturas, es más frecuente en pacientes añosos, mujeres, es la tercera fractura en la tercera edad luego de la fractura de muñeca y cadera.

Fractura de húmero proximal

 

Tipos de Fracturas

Las fracturas pueden ser no desplazadas, es decir, que el hueso esta fracturado pero sus partes no están separadas entre si o su separación en mínima entre ellos.

En cambio las fracturas desplazadas han perdido su contacto entre los fragmentos y generan una deformación estructural del segmento.

En general se dividen en dos, tres o cuatro partes (figura 3) según el número de segmentos comprometidos.

Un factor importante a tener en cuenta es si existe luxación asociada, es decir, si la articulación perdió su normal relación.

Además existe el concepto de fracturas que son reconstruibles, es decir, aquellas en que puede volver a armarse el hueso como antes, o las irreconstruibles, en las que sólo se puede cambiar la articulación por una artificial que se denomina prótesis total de hombro.

 

Tratamientos

Para las fracturas no desplazadas se realiza un tratamiento ortopédico (no quirúrgico) que consiste en un cabestrillo bloqueado por tres semanas y luego sesiones de kinesioterapia hasta lograr la mejor movilidad posible del hombro , el numero de sesiones depende de el tipo de fractura, edad del paciente y la capacidad de recuperación.

Si una fractura esta luxada y/o desplazada se indica un tratamiento quirúrgico, existen varias alternativas para resolver la fractura desplazada.

La alternativa que elija el cirujano depende del tipo de fractura, grado de desplazamiento, de la edad del paciente, la calidad del hueso, entre otros factores.

 

Estas alternativas pude ser:

  • Tornillos.
  • Agujas de Kirshner.
  • Placas.
  • Clavos endomedulares.
  • Combinación de estos.

 

En las fracturas no reconstruibles existen tres alternativas:

  • Prótesis parcial.
  • Prótesis total anatómica.
  • Prótesis total reversa.

 

Cuidados post operatorios

  • Uso de cabestrillo bloqueado permanente que sólo se retira para la ducha, se tiene que dormir con éste.
  • No realizar fuerzas.
  • La kinesiología comienza dependiendo del tipo de cirugía cuando el cirujano se lo indique.

 

 

Es una de las lesiones más frecuentes del hombro, se trata de la lesión de los ligamentos y cápsula articular que mantienen la clavícula en su posición.

Disyunción acromioclavicular

Dependiendo del grado de lesión de las estructuras estabilizadoras de la clavícula, se identifican 6 grados de lesión, siendo la tipo I la más leve.

Esto ocurre más frecuentemente en accidentes que ocurren en deportes de contacto, como fútbol, rugby, o caídas de bicicleta, moto o en ski, etc.

 

Tratamiento

Este puede ser ortopédico en los grados más leves (I, II y la mayoría de las grado III).

Este consiste en inmovilización con cabestrillo bloqueado por un período de 1-3 semanas según sea el caso, analgésicos, medidas generales, como hielo local y reposo de la extremidad por 2 a 4 semanas y luego kinesioterapia.

El tratamiento Quirúrgico está indicado en las lesiones tipo IV, V y VI, en las que hay una luxación acromioclavicular, y ocasionalmente algunas tipo III, en las que hay inestabilidad de la articulación. Este debe efectuado durante la parte aguda de la lesión (las primeras 3 semanas) y consiste en reducción del desplazamiento clavicular y fijación con tres botones de titanio entre la coracoides y la clavícula amarrados entre si por suturas de alta resistencia.

En las disyunciones grado IV, V y VI con más de tres semanas de evolución, denominadas crónicas, se realiza una reconstrucción de los ligamentos con injerto de tendón que pueden ser del mismo paciente (autoinjerto) o de banco (aloinjerto) que remeda la disposición de los ligamentos nativos. Esta cirugía es de mayor complejidad que la anterior y requiere más tiempo de cuidados postoperatorios.

 

Cuidados post operatorios

Se requiere el uso de cabestrillo por 4 semanas que solo se retira para bañarse, no debe levantar el brazo por sobre el hombro o utilizar éste como apoyo, no se puede levantar ningún peso mayor a 4 kilos durante los primeros dos meses .

La kinesioterapia en general comienza luego del segundo mes y la actividad deportiva luego de tres meses, si no es de contacto, y de contacto, sobre el cuarto mes.

 

Complicaciones

Pérdida de la reducción parcial, que puede ocurrir pero no tiene repercusión sobre el resultado funcional, la mayoría de las veces es solo estético, o completa, que puede ser por falla del hueso o falla del sistema, y cuando esto sucede la mayoría de las veces hay que re intervenir. La infección es muy ocasional.

Molestias por los nudos de las amarras que también en muy infrecuente. Artrosis en la articulación acromioclavicular.

 

 

Se define como aquellas fracturas que comprometen la clavícula asociada a la escápula y/o los ligamentos generando una gran inestabilidad y disociación del tórax con la extremidad superior. En su gran mayoría son quirúrgicos.

Hombro Flotante

Esta es una patología cuyo mecanismo es de alta energía por lo que asocia a graves lesiones concomitantes como hemotórax, neumotórax, fracturascostales, compromiso de otros órganos y sistemas.

 

Tratamiento ortopédico

Se encuentra indicado en aquellos casos en que otra patología impida la cirugía, o que no haya ningún grado de desplazamiento, y consiste en cabestrillo bloqueado por 4 semanas seguido de rehabilitación kinesiológica.

 

Tratamiento quirúrgico

El tratamiento consiste en estabilizar una parte de todas las lesionadas y en la mayoría de la veces basta con operar la clavícula fijándola con una placa, siendo la fractura de la escápula de tratamiento ortopédico.

 

Complicaciones

Las más graves tienen que ver con las lesiones concomitantes y deben ser tratadas en el momento de la hospitalización.

En general, las complicaciones de las fracturas son bajas, y de entre ellas, puede haber infección, no consolidar, perder su reducción, etc.

 

 

Las lesiones se pueden producir en una o más de estas estructuras:

Lesiones asociadas al manguito rotador
  1. Bursitis subacromial y pellizcamiento subacromial

  2.  

    Definición

    La bursa subacromial es un pequeño saco lleno de líquido que reduce el roce entre los tendones del manguito rotador y el acromion (prolongación del hueso de la escápula u omóplato). A veces, el uso excesivo del hombro, especialmente con movimientos por sobre la cabeza, genera un pinzamiento o "pellizcamiento" subacromial; en el que la bursa y el manguito rotador se comprimen contra el acromion al elevar el brazo debido a la pérdida de la correcta función del manguito rotador. Esto produce inflamación de esta bursa, lo que se conoce como bursitis subacromial.

    La manifestación es dolor al realizar movimiento por sobre la cabeza, incluso se puede presentar dolor nocturno o de reposo.

     

    Tratamiento

    La mayoría de los pacientes responden adecuadamente a tratamiento conservador, consistente en modificación de actividades, analgésicos orales por tiempo limitado y eliminación de los factores de riesgo. Reposo de actividades que produzcan dolor y algunas soluciones de sentido común, como evitar el esfuerzo excesivo o no excederse en actividades que usted normalmente no realiza pueden ayudar a prevenir el dolor de hombro. Parte muy importante del tratamiento es la realización de ejercicios específicos con kinesiología, que mejoran la flexibilidad y fuerza de los músculos que rodean el hombro. En forma ocasional se aplican infiltraciones analgésicas con corticoides para manejo del dolor severo o que no responde a un adecuado tratamiento kinésico. En algunos pacientes y en forma excepcional, se recomienda el tratamiento quirúrgico de la bursitis por medio de una resección de la bursa por medio de una artroscopía de hombro (cirugía minimamente invasiva por pequeños portales en la piel, en la que se introduce una cámara y diversos instrumento pequeños que permiten una completa resección del tejido inflamado y en caso necesario una resección del acrimino que comprime el manguito rotador). Cada tratamiento se indica de acuerdo a las características del paciente.

     

  3. Tendinitis o tendinosis del manguito rotador

  4.  

    Un tendón es el tejido que conecta el músculo al hueso.

    Generalmente, las inflamaciones de los tendones o "tendinitis", son de dos tipos:

    • Aguda. Hacer muchos lanzamientos de pelota u otras actividades por encima de la cabeza, en el trabajo o los deportes, pueden llevar a una inflamación aguda del tendón o tendinitis aguda.
    • Crónica (tendinosis). Asociadas el uso repetitivo y desgaste de los tendones asociado a la edad.Los tendones más comúnmente afectados en el hombre son los tendones del manguito rotador. Se manifiestan por dolor al realizar movimientos del hombro por sobre la cabeza, incluso se puede presentar dolor nocturno o de reposo.

     

    Tratamiento

    La mayoría de los pacientes responden adecuadamente a tratamiento conservador, consistente en modificación de actividades, analgésicos orales por tiempo limitado y eliminación de los factores de riesgo. Evitar actividades que produzcan dolor y algunas soluciones de sentido común, como evitar el esfuerzo excesivo o no excederse en actividades que usted normalmente no realiza pueden ayudar a prevenir el dolor de hombro. Parte muy importante del tratamiento es la realización de ejercicios específicos con kinesiología, que mejoran la flexibilidad y fuerza de los músculos que rodean el hombro. En forma muy ocasional se aplican infiltraciones analgésicas con corticoides para manejo del dolor severo o que no responde a un adecuado tratamiento kinésico. En forma excepcional, se indica el tratamiento quirúrgico de la bursitis o pellizcamiento asociados a las tendinosis del manguito rotador, realizando una resección de la bursa por medio de una artroscopía de hombro (cirugía minimamente invasiva por pequeños portales en la piel, en la que se introduce una cámara y diversos instrumento pequeños que permiten una completa resección del tejido inflamado y en caso necesario una resección del acromion que comprime el manguito rotador).

    Cada tratamiento se indica de acuerdo a las características del paciente.

     

  5. Desgarros o roturas de tendones del manguito rotador

  6. Un tendón es el tejido que conecta el músculo al hueso.

    Generalmente, las inflamaciones de los tendones o "tendinitis", son de dos tipos:

    • Aguda. Hacer muchos lanzamientos de pelota u otras actividades por encima de la cabeza, en el trabajo o los deportes, pueden llevar a una inflamación aguda del tendón o tendinitis aguda.

      Crónica (tendinosis). Asociadas el uso repetitivo y desgaste de los tendones asociado a la edad. Los tendones más comúnmente afectados en el hombre son los tendones del manguito rotador. Se manifiestan por dolor al realizar movimientos del hombro por sobre la cabeza, incluso se puede presentar dolor nocturno o de reposo.

    El "manguito de los rotadores" es un grupo de cuatro músculos y sus tendones que rodean la articulación del hombro y cuya función es ayudar con su movilidad y estabilidad de la cabeza del húmero dentro de la articulación. Cada vez que se eleva el hombro, el manguito rotador comprime y estabiliza la cabeza del húmero, permitiendo que se ésta se deslice sin dificultad bajo el acromion (prolongación del omóplato o escápula). Si alguno de estos tendones se lesiona se produce una des-compensación en dicho hombro, provocando mucho dolor e incluso pérdida de su función. El desgarro de los tendones del manguito rotador, puede ser el resultado cambios degenerativos en los tendones debido al envejecimiento, uso excesivo prolongado, uso y desgaste continuo (rotura degenerativa); o producirse en forma brusca producto de un traumatismo en el hombro (rotura traumática). Estos desgarros pueden ser parciales o completos (arrancamiento del tendón del hueso).

    El paciente con el manguito rotador roto ya no es capaz de levantar o girar su brazo con la misma amplitud de movimiento que antes de la lesión y / o tiene un dolor significativo asociado con el movimiento del hombro. El dolor es también muy común en la noche, a menudo irradiando abajo del brazo.

     

    Tratamiento

    A medida que la gente envejece, es normal que el tendón del manguito rotador se desgaste y esté propenso a romperse o desgarrarse. Por lo tanto, es frecuente encontrar roturas degenerativas asintomáticas o con leves molestias, en estudios del hombro como ecografías o resonancias magnéticas. Las roturas de generativas que no dan síntomas (dolor ni incapacidad funcional del hombro) no requieren tratamiento ni reparación quirúrgica. En ese caso se recomienda mantener un adecuado trabajo muscular de la articulación del hombro, evitando sobrecargas.

    La mayoría de los pacientes con roturas parciales del manguito rotador responden adecuadamente a tratamiento conservador, consistente en modificación de actividades, analgésicos orales y eliminación de los factores de riesgo. Parte muy importante del tratamiento es la realización de ejercicios específicos con kinesiología, que mejoran la flexibilidad y fuerza de los músculos que rodean el hombro. En forma ocasional se aplican infiltraciones analgésicas con corticoides para manejo del dolor severo y poder realizar adecuadamente el tratamiento kinesiológico.

    En algunos pacientes (fracaso a tratamiento, roturas completas de los tendones o secundarias a un traumatismo que produce una rotura aguda), se recomienda el tratamiento quirúrgico de la lesión. Existen diversas opciones quirúrgicas, como reparación de la rotura tendinosa por medio de artroscopía (cirugía mínimamente invasiva) a través de cirugía abierta o una mezcla de ambas (miniopen), transferencias musculares o prótesis reversa de hombro. Cada tratamiento se indica de acuerdo a las características del paciente.

     

 

La articulación del hombro está formada por la cabeza del húmero (hueso del brazo) y la cavidad glenoidea de la escápula u omóplato, una pieza en forma de copa de hueso que sobresale de una esquina del omóplato (escápula). Todo el borde de la glenoides está cubierto por un fibrocartílago llamado labrum. La porción superior del labrum corresponde a la inserción de uno de los dos tendones del músculo bíceps. Cuando se produce una lesión en esta zona se llama lesión SLAP (lesión del labrum superior anterior-posterior).

Lesión SLAP

Habitualmente se produce por una brusca tracción del labrum superior por el tendón del bíceps y comúnmente ocurre en los deportistas de lanzamiento, levantamiento de pesas, o que sufren traumatismos en su hombro.

Los síntomas típicos son dolor en la parte superior del hombro, chasquidos y sensación de falta de fuerza con las actividades por sobre la cabeza.

Muchos pacientes responden adecuadamente a tratamiento conservador, consistente en modificación de actividades, analgésicos orales y kinesiología.

En algunos pacientes (fracaso a tratamiento, necesidad de continuar realizando el deporte), se recomienda el tratamiento quirúrgico de la lesión por medio de artroscopía (cirugía mínimamente invasiva).

 

 

Es una acumulación de depósitos de calcio en el manguito rotador, lo que produce aumento de presión en el tendón, irritación química y reduce el espacio entre el manguito rotador y el acromion. Esto puede producir intenso dolor.

Tendinitis calcificante

Además de la irritación química y la presión, el depósito cálcico (calcio) reduce el espacio entre el manguito rotador y el acromion, así como afecta la función normal del manguito rotador. Esto puede conducir a un choque subacromial entre el acromion y el depósito de calcio en el manguito rotador al levantar el brazo sobrecargado.

No se conoce la causa de la acumulación de calcio en el manguito rotador. Tiende a ser más común en personas entre las edades de 30-60 años de edad. Eventualmente desaparece espontáneamente, pero esto puede tomar entre 5 a 10 años para resolver.

El diagnóstico se confirma con la visualización de la calcificación en radiografías o ecografías del hombro.

El tratamiento de la tendinitis calcifica incluye una o varias de las siguientes opciones: Manejo con Analgésicos y medicamentos antiinflamatorios, Fisioterapia, que mantiene la movilidad y fuerza del hombro y reduce la irritación. Con frecuencia es utilizada la infiltración con corticoides, que reduce la inflamación y el dolor.

La punción guiada por ultrasonido es una opción de tratamiento en el que el depósito de calcio es inyectado con una solución de agua salada y el calcio también es aspirado en una jeringa. El área se lava repetidamente.

Se requiere cirugía si el dolor no se controla con los métodos anteriores y / o el dolor es extremadamente severo, con dolor nocturno. A través de una artroscopia de hombro el tendón es abierto y es retirado el acúmulo de calcio.

 

 

También llamado Hombro Congelado, es una condición muy dolorosa en la que el hombro pierde parcial o completamente su movilidad.

Capsulitis adhesiva

El hombro congelado se puede iniciar espontáneamente, pero puede ser desencadenado por un traumatismo en el hombro o incluso posterior a una cirugía.

El hombro congelado puede estar asociado a otras enfermedades como diabetes, colesterol alto, enfermedades del corazón.

El recubrimiento interno de la articulación del hombro, conocido como la “cápsula”, es normalmente una estructura muy flexible. Su elasticidad permiten la enorme amplitud de movimiento que tiene el hombro. Con un hombro congelado, esta cápsula (y sus ligamentos) se inflaman, pierden su elasticidad y se produce dolor y rigidez.

El hombro congelado se desarrolla lentamente, y en tres fases:

Fase Inflamatoria: El dolor aumenta con el movimiento y es peor en la noche. Hay una pérdida progresiva de movimiento con dolor severo. Esta etapa dura aproximadamente de 2 a 9 meses.

Fase congelada: El dolor comienza a disminuir, sin embargo, el rango de movimiento es ahora mucho más limitado, tanto como 50 por ciento menos que en el otro brazo. Esta etapa puede durar de 4 a 12 meses.

Fase de resolución: La condición puede comenzar a resolverse. La mayoría de los pacientes experimentan una restauración gradual del movimiento durante los próximos 12 a 24 meses

 

Tratamiento

Si no se hace nada, la mayoría de los hombros congelados mejoran progresivamente hasta 2-4 años después del inicio. Sin embargo, el dolor y las limitaciones del hombro rígido generalmente requieren tratamiento. El tratamiento requerido depende de la gravedad del dolor y la rigidez. Éstos incluyen:

Fisioterapia – para prevenir cualquier rigidez adicional y recuperar el rango de movimiento. Analgésicos y antiinflamatorios orales, incluso corticoides orales (un potente anti inflamatorio). Inyecciones de corticoides, que reducen la inflamación y alivian el dolor.

En casos que no se responde a tratamiento se indica una cirugía de Liberación Capsular Artroscópica o Manipulación Bajo Anestesia (bajo anestesia general se realiza movilización del hombro para romper las adherencias). La fisioterapia intensiva es esencial después de la cirugía.

 

 

Es una degeneración progresiva de la superficie protectora de la articulación (cartílago) que permite que la articulación se mueva suavemente; dando como resultado dolor y rigidez.

Artrosis de hombro

La artrosis del hombro es menos común en comparación con muchas otras articulaciones, principalmente las caderas, las rodillas y las manos. No obstante, es un problema debilitante y puede tener un impacto significativo en la vida del paciente. Se desarrolla lentamente y el dolor y la rigidez que que produce empeora con el tiempo.

La causa es generalmente desconocida, sin embargo, se han identificado varios factores contribuyentes, entre ellos: Antecedentes de cirugías o traumatismos del hombro, enfermedades inflamatorias (sobre todo la artritis reumatoide), lesiones deportivas, lesiones laborales y al uso y desgaste crónico o lesión crónica del manguito rotador.

Los síntomas se caracterizan por dolor y pérdida progresiva de la movilidad del hombro. El tratamiento es conservador en la mayoría de las ocasiones, con modificación de actividades, terapia kinesiológica, analgésicos y ocasionalmente infiltraciones periódicas con corticoides (antiinflamatorios) o lubricantes articulares (viscosuplementación). En caso de empeoramiento del dolor y pérdida de la función se puede indicar tratamiento quirúrgico. En pacientes jóvenes puede estar indicado realizar una artroscopia del hombro, procedimiento en el que la articulación se “limpia” a través de pequeñas incisiones. Proporciona alivio durante un tiempo limitado sólo después de lo cual se requieren medidas más definitivas, como el reemplazo protésico de la articulación.

 

 

El hombro está formado por 3 huesos: cabeza del húmero (brazo), clavícula, escápula (que aporta con la cavidad redondeada llamada glenoides). La articulación del hombro, llamada glenohumeral, une la cabeza del húmero con la cavidad redondeada (glenoides, que pertenece a la escápula). Esta unión está reforzada por una serie de estructuras que aportan a que logre una mayor estabilidadad: labrum, cápsula, ligamentos y músculos.

Inestabilidad crónica de hombro

La inestabilidad de hombro acontece cuando la cabeza del húmero (hueso del brazo) es forzada a salirse de su articulación con una cavidad redondeada (glenoides de la escápula). Este problema puede ser causado por una lesión aguda o por lesiones repetitivas.

Una vez que el hombro se luxa, tiene más riesgo de volver a hacerlo. Cuando esto ocurre repetidamente y el tejido de sostén no es capaz de mantenerlo reducido, hablamos de una inestabilidad crónica.

Las luxaciones pueden ser parciales, es decir, que la relación entre el húmero y la glenoides permanece junta en algún porcentaje (subluxación), o totales, donde no existe contacto entre la superficie de los dos huesos descritos. Cada vez que ocurre un nuevo episodio los tejidos de sostén van progresivamente tornándose más sueltos, con lo que el hombro tiende a luxarse frecuentemente, a esto denominamos inestabilidad crónica de hombro.

La inestabilidad descrita puede ser secundaria a trauma o por culpa de hiperlaxitud donde los pacientes tienden a tener los tejidos con una menor tensión lo que lleva a que subluxen o luxen sin necesidad de un golpe.

También según la dirección en que está luxación ocurre puede ser unidireccional o multidireccional. En el primer caso, la mayoría ocurre hacia adelante o anterior, es decir, la cabeza del húmero se sale por delante de la escápula. Cuando esto ocurre hacia delante , atrás o hacia abajo en un mismo paciente hablamos de inestabilidad multidireccional.

 

Síntomas

Dolor de hombro

Luxaciones frecuentes de hombro

Sensación de que el hombro se sale

 

Estudio

El primer estudio es el examen físico que realiza el doctor, donde busca síntomas y signos que indiquen inestabilidad.

La radiografía es el primer examen en donde se evalúa la anatomía normal y hallazgos iniciales de las lesiones secundarias a las luxaciones.

La Resonancia Nuclear Magnética y el TC ayudan a visualizar las partes blandas, es decir, el tejido de sostén que mantiene el hombro en su lugar, ayuda en la planificación quirúrgica.

 

Tratamiento

Como primera opción la primera forma de tratamiento es de manera ortopédica, es decir, sin cirugía. En este caso, además de apoyar con una adecuada analgesia e inmovilización, resulta fundamental la rehabilitación, que tiene como objetivo principial busca fortalecer la musculatura que sostiene el hombro para así prevenir la ocurrencia de nuevos episodios y aliviar el dolor.

En el caso que esto falle existen alternativas quirúrgicas, es decir, con cirugía.

 

Dentro de éstas, existen 2 grandes grupos:

Artroscopía: se realiza a través de incisiones pequeñas en la piel, donde mediante pequeñas cámaras e intrumental se visualiza y repara las estrtucturas internas del hombro.

Cirugía abierta: mediante incisión formal se llega hasta dentro del hombro y se reparan las estructuras afectadas.

La decisión entre una u otra tiene que ver con la gravedad de las lesiones y la decisión entre el paciente y cirujano.

 

 

Evaluación Médica del Dolor de Hombro

Hombro doloroso

En el caso de una lesión aguda que causa dolor intenso, busque atención médica lo antes posible. Si el dolor es menos severo, se puede hacer reposo unos pocos días para ver si se resuelve el problema. Si los síntomas persisten, debe consultar.

Es importante una evaluación médica completa para determinar la causa del dolor del hombro y definir opciones de tratamiento.

 

Historia médica

El primer paso en la evaluación es una historia médica completa. Interesa averiguar cómo y cuándo comenzó el dolor, si ocurrió antes y cómo fue tratado, y otras preguntas para ayudar a determinar su salud general y las causas posibles de su problema de hombro. La mayoría de las condiciones del hombro se agravan y/o alivian con actividades específicas, por lo que la historia médica puede ser una herramienta valiosa para buscar la fuente de su dolor.

 

Examen físico

El examen físico es fundamental para buscar las causas del dolor de su hombro. Se buscan alteraciones físicas que orientan a la causa del dolor.

 

Exámenes

Se pueden pedir pedir exámenes específicos para ayudar a identificar la causa del dolor. Radiografías (rayos X). Estas imágenes mostrarán cualquier lesión de los huesos que conforman la articulación de su hombro.

Resonancia magnética (MRI) y ecografía. Estos estudios crean mejores imágenes de los tejidos blandos. Pueden ayudar a su médico a identificar lesiones a los ligamentos y tendones que rodean la articulación de su hombro.

Tomografía computada (CT). Esta herramienta combina los rayos-X con la tecnología de la computadora para producir una vista muy detallada de los huesos en el área del hombro. Estudios eléctricos. Su médico podría pedir un estudio, como el EMG (electromiograma), para evaluar la función de los nervios.

Artroscopia. En este procedimiento quirúrgico, su médico observa en el interior de la articulación con una cámara fibroóptica. La artroscopia podría mostrar lesiones de los tejidos blandos que no son aparentes en el examen físico, las radiografías y otros exámenes. Además de ayudar a buscar la causa del dolor, la artroscopia podría usarse para corregir el problema.

 

Tratamiento

Cambios de actividad y rehabilitación.

El tratamiento de muchas lesiones del hombro generalmente involucra reposo, cambio de sus actividades, y terapia física para ayudarlo a mejorar la fuerza y la flexibilidad del hombro. Las soluciones de sentido común, como evitar el esfuerzo excesivo o no excederse en actividades que usted normalmente no realiza pueden ayudar a prevenir el dolor de hombro.

 

Cirugía

Podría requerirse cirugía para resolver algunos problemas del hombro; sin embargo, el 90 por ciento de los pacientes con dolor de hombro responderán a métodos de tratamiento simples, como cambio de actividades, reposo, ejercicio y medicamentos.

Ciertos tipos de problemas de hombro, como las dislocaciones recurrentes y algunos desgarros del manguito rotador, tal vez no se beneficien del ejercicio. En estos casos, la cirugía podría recomendarse bastante temprano.

La cirugía puede involucrar artroscopia para remover tejido cicatrizal o reparar tejidos desgarrados, o procedimientos abiertos tradicionales para reconstrucciones más grandes o el reemplazo del hombro.

 

Patologías del codo

El trauma de codo implica variadas patologías, desde esguinces o distensiones ligamentarias, hasta lesiones complejas complejas como luxaciones, fracturas o combinaciones de ambas denominadas luxofracturas.

Son lesiones que cada vez son mas frecuentes en la población, asociados a deportes de impacto, accidentes automovilísticos, o a pacientes añosos con osteoporosis.

Los tratamientos son variados según la patología, desde inmovilizaciones, reducciones, hasta manejo con cirugía. Todos los tratamientos de las lesiones traumáticas del codo, tienen como objetivo recuperar la función previa del codo y evitar la principal complicación: LA RIGIDEZ.

 

 

Corresponde a la perdida de la relación articular del codo, constituyendo una Urgencia traumatológica para evitar lesión de nervios o de vasos sanguíneos.

Luxación de codo

Representa del 11-28% de las lesiones del codo, siendo la Luxación posterior la mas frecuente.

Su diagnóstico es clínico más radiológico.

Clínicamente existe deformidad del codo y mucho dolor. La radiografía permite confirmar la luxación y además ver otras lesiones asociadas como fracturas.

El tratamiento es principalmente no quirúrgico, se realiza una reducción cerrada (reposicionar la articulación), lo cual se recomienda hacer por personal médico con experiencia para evitar otras lesiones (nunca reducir a ciegas en el lugar del accidente).

La cirugía se indica en pocos casos, en los cuales se interponen tejidos blandos que no permiten reducir el codo, cuando hay fracturas asociadas que comprometen la estabilidad del codo, o cuando hay lesiones ligamentarias severas.

Dentro de las complicaciones de la luxación de codo, se puede producir rigidez articular, inestabilidad crónica del codo, lesión de nervios, lesión de vasos sanguíneos o una complicación bastante rara denominada síndrome compartimental.

 

 

Corresponden a la fractura del extremo proximal del cúbito (olecranon), estructura que forma parte del aparato extensor de codo. Se presenta en pacientes jóvenes por traumas de alta energía y en pacientes añosos asociados a caídas de baja energía.

Fractura de olecranon

Se pueden producir por golpes directos u indirectos, por tracción brusca del tendón del tríceps.

El diagnóstico se realiza con la clínica, en que hay edema, deformidad, dolor e impotencia funcional, siendo la radiografía la que confirma el diagnóstico.

Existen muchas clasificaciones para estas fracturas, las cuales tienen como factor común la presencia de desplazamiento y la conminución (que esté quebrado en varias partes).

En general estas fracturas son de indicación quirúrgica, salvo que no exista desplazamiento, casos en los cuales se inmoviliza con yeso.

La cirugía depende de la conminución articular, en rasgos no complejos se indica un sistema de fijación denominado Obenque en el cual de usan agujas de acero quirúrgico y amarras o asas de alambre.

En fracturas conminutas se usan placas anatómicas con tornillos.

Posterior a la intervención se inmoviliza con una valva de yeso por pocos días como medida analgésica, o un inmovilizador de protección, para después iniciar movilización progresiva precoz.

Con respecto a las complicaciones, se puede producir rigidez de codo, artrosis post-traumática, Pseudoartrosis (que no consolide la fractura), infección o lesiones de nervio, más frecuentemente el cubital.

 

 

Corresponden a las fracturas que comprometen el extremo superior o proximal del radio. Se producen generalmente por traumas indirectos (caída con apoyo de la mano extendida), a veces asociados a luxaciones del codo.

Fractura de cúpula radial

El diagnóstico es clínico, hay dolor, aumento de volumen e impotencia funcional en todos los movimientos del codo, puede haber incluso deformidad si se asocia a una luxación.

La radiografía confirma el diagnóstico. Se puede solicitar además un TAC (tomografía axial computada) para cuando hay dudas de realizar una intervención quirúrgica, o para una planificación preoperatoria.

El tratamiento quirúrgico se reserva en general, para fracturas desplazadas o con conminución (quebrada en varias partes), que impidan el movimiento, y sobre todo, si están asociadas a una luxación.

La cirugía es abierta, y pueden usarse técnicas de osteosíntesis con solo tornillos o placas más tornillos.

En casos de conminución importante se indica la artroplastia o prótesis de cúpula radial.

Con respecto a las complicaciones, se puede producir rigidez, artrosis post traumática, lesiones de nervio, vasculares, osificaciones heterotópicas, infección, inestabilidad crónica, no unión de la fractura, entre otras.

 

 

Corresponden a las fracturas de comprometen la porción mas inferior del húmero, también llamada "Paleta Humeral".

Fractura de húmero distal

Humero distal-relación intima con Nervio Cubital

Se producen por traumas directos o también indirecto en los cuales se ejerce un brazo de palanca en el codo.

En esta fracturas se aplica el concepto de las 2 columnas del húmero distal y la superficie articular o tróclea humeral, lo cual es importante para el manejo quirúrgico.

El diagnóstico es clínico mas radiología.

Aun un codo doloroso, inflamado, con deformidad variable.

La radiografía es el estudio inicial, pero en estos casos en general se pide TAC para evaluar la articulación.

Con respecto a su clasificación, se clasifica según la AO, basándose en que sin son fracturas extraarticulares (tipo A), articulares parciales (tipo B) o articulares complejas (tipo C)

Con respecto al tratamiento, el manejo es quirúrgico, salvo raras excepciones en las cuales no hay desplazamiento o hay contraindicaciones médicas para la cirugía.

La cirugía es abierta en la cual se reconstituye la anatomía normal que se afecto por la fractura. Esto se hace con placa anatómicas y tornillos.

Placas y tornillos.

Con respecto a la complicaciones, se pueden producir Pseudoartrosis, infecciones de la cirugía, lesión de nervio, rigidez de codo o aparición de osificaciones anormales (heterótopicas).

 

 

 

El codo, a diferencia del hombro, es una articulación inherentemente estable. Está conformado por la unión de 3 huesos: el húmero (brazo) más el cúbito y radio del antebrazo.

Inestabilidad crónica de codo

Además de los huesos existen ligamentos, tendones y músculos que aportan a que sea más improbable que se luxe, es decir, pierdan contacto las estructuras anteriormente descritas.

La inestabilidad acontece cuando, generalmente por un trauma agudo, se pierde esta relación, lesionando estructuras importantes.

Existen muchas combinaciones en cuanto a los tipos de lesiones que pueden presentarse, y por lo tanto, distintas formas de aproximarse al diagnóstico y tratamiento según corresponda. Sin embargo, cuando estos episodios ocurren de manera repetitiva configuran el cuadro de inestabilidad crónica.

Como episodio inicial generalmente está asociado una luxación, que llamaremos simple cuando no está asociado a fractura y compleja cuando sí la presenta.

Dentro de los fracturas que pueden aportar a la inestabilidad tenemos:

  • Fractura de olecranon

  • Fractura de coronoides

  • Fractura de cúpula radial

  • Fractura de capitelum

Síntomas

Dolor de codo.

Rigidez de codo, o pérdida de movilidad.

Sensación de luxación o facilidad para luxar el codo.

 

Estudio

El primer estudio es el examen físico que realiza el doctor, donde busca síntomas y signos que indiquen inestabilidad.

La radiografía es el primer examen en donde se evalúa la anatomía normal y hallazgos iniciales de las lesiones secundarias a las luxaciones.

La RNM es de utilidad para evaluar los ligamentos dañados y el cartílago articular.

El TAC ayuda a visualizar de mejor forma el daño óseo asociado, ayudando en la decisión terapéutica, y nos da un aspecto tridimensional de las lesiones óseas, por lo que ayuda en la planificación de una cirugía.

 

Tratamiento

Como primera opción la primera forma de tratamiento es de manera ortopédica, es decir, sin cirugía, hablando de luxaciones simples.

El codo tiene el principal problema que es la facilidad para ponerse rígido, perdiendo el arco de movilidad completo, por lo tanto, la inmovilización y rehabilitación debe ser juiciosa, dando tiempo para un adecuado proceso de reparación de los tejidos, pero también lograr avanzar en el movimiento de la articulación.

Dependiendo de las lesiones asociadas puede ser de resorte quirúrgico inicialmente cuando existen ciertas fracturas, en donde podemos usar desde reducción y fijación con tornillos, placas, fijadores externos, injertos, anclas o prótesis según sea el caso.

 

En este tema puede realizarse de 2 formas:

Artroscopia: se realiza a través de incisiones pequeñas en la piel, donde mediante pequeñas cámaras e instrumental se visualiza y repara las estructuras internas del hombro.

Cirugía abierta: mediante incisión formal se llega a los huesos o estructuras lesionadas, es la más frecuentemente usada.

La decisión entre una u otra tiene que ver con la gravedad de las lesiones y la decisión entre el paciente y cirujano.

 

 

La epicondilits lateral o "codo de tenista", es una tendinopatía por sobreuso de los músculos extensores de la muñeca (principalmente el músculo llamado extensor carpi radialis brevis) y su consecuente alteración en su inserción proximal en el epicóndilo lateral (que es una prominencia ósea del extremo distal del húmero en la cara externa del codo).

Epicondilitis Lateral o Codo de Tenista

Hay que tener claro que esta es una enfermedad degenerativa que se desencadena por una sobrecarga de los músculos en la zona mencionada, es decir, es de larga evolución hasta que se manifiestan los síntomas.

Esto se produce en actividades deportivas, como el tenis principalmente, actividades laborales, como carpintería, jardinería, construcción, etc., y también en otras actividades que involucran trabajo manual, como tecleo constante, tocar el piano, etc. Es además muy frecuente en dueñas de casa.

Afecta a la población general entre el 1-3%, siendo más frecuente entre los 30-50 años, y más en hombres.

En relación al tenis, se sabe que aproximadamente un 50% de los jugadores va a tener alguna vez la enfermedad.

Manifestaciones clínicas.

Los síntomas se desarrollan generalmente en forma gradual, el dolor comienza siendo leve y empeora a lo largo de semanas o meses. Usualmente no hay una lesión específica asociada con el inicio de los síntomas.

Los pacientes se quejan de dolor alrededor de la prominencia ósea del epicóndilo lateral, que se irradia en la mayoría de los casos, hacia el antebrazo por los músculos extensores y a veces, hacia arriba por el brazo.

El dolor se desencadena o exacerba por las actividades diarias, y dependiendo de la intensidad, las puede afectar, con debilidad al tomar los objetos e incluso dolor al dar la mano con el codo extendido. Puede haber además, dolor nocturno que interfiere con el sueño.

 

Diagnóstico.

El diagnóstico es eminentemente clínico, basado en la historia y en el examen médico. Se pueden solicitar exámenes complementarios principalmente para los casos que no responden al tratamiento habitual, con condiciones que perpetúan los síntomas, y para hacer el diagnóstico diferencial con otras patologías.

Dentro del estudio inicial, se solicitan una radiografía, que en la mayoría de los casos va a estar normal, pero puede mostrar calcificaciones en un estado avanzado de la enfermedad y descartar artrosis, y una ecografía, que va a mostrar el estado del tendón, como el engrosamiento o la presencia de microroturas, pero debe ser tomada por un ecografista experto ya que es operador dependiente.

Se pueden solicitar también una Resonancia nuclear magnética, una tomografía computada, exámenes de sangre o una electromiografía, todo esto para el diagnóstico diferencial, descartar artritis, lesiones ligamentarias, atrapamientos nerviosos, etc.

 

Tratamiento.

El tratamiento es principalmente médico (no quirúrgico) mostrando mejoría en habitualmente 85-95% de los casos, que siendo precoz, permite volver a las actividades normales sin restricción. Hay que tener en cuenta, que la epicondilitis suele desaparecer entre los 12-18 meses de evolución de la enfermedad en forma espontánea, sin hacer ningún tipo de tratamiento.

Este consiste en medidas para aliviar el dolor e inflamación.

Se indica el uso de un brace (brazalete) durante las actividades para el alivio del dolor.

Además se puede indicar fisio y kinesiterapia, con ejercicios de elongación y fortalecimiento para favorecer la mejoría de los tejidos y de la circulación.

Pero nada de esto funcionará si no se realiza el apropiado reposo, es decir, identificar y suspender la actividad repetitiva que está provocando esta enfermedad, modificando las actividades de la vida diaria o rutina del trabajo que se lleven a cabo, no siendo necesario el reposo absoluto. Según la evolución de los síntomas, la respuesta al tratamiento y la evaluación médica, se pueden aplicar otros tipos de tratamiento, como infiltraciones, de corticoides o plaquetas, ondas de choque, etc.

El tratamiento quirúrgico se reserva para aquellos casos que no responden a tratamiento médico conservador, esto es al menos 6 meses de tratamiento bien llevado consistente en las medidas mencionadas anteriormente, y con alteraciones estructurales en los exámenes.

 

 

La epicondilitis medial (llamada también epitrocleitis) es una tendinopatía por sobreuso de los músculos flexores de la muñeca y pronadores del antebrazo, y su consecuente alteración en el epicóndilo medial (prominencia ósea del extremo distal del húmero en la cara interna del codo).

Epicondilitis Medial, Epitrocleitis o Codo de Golfista

Esta enfermedad es 7 a 10 veces menos frecuente que la epicondilitis lateral, y cómo ésta, es una patología de origen degenerativo que se desencadena por una sobrecarga de los músculos en el epicóndilo medial.

Esto se asocia a actividades repetitivas que requieren flexión de la muñeca y/o pronación del antebrazo, relacionándose clásicamente con deportes como el golf, tenis, bowling, lanzamiento de la jabalina, etc., pero también con actividades laborales como carpintería, plomería, manipuladores de alimentos, entre otros, o tipeo constante.

Afecta a la población general entre 0,4-el 1,9%, siendo más frecuente entre los 40 a 60 años, sin diferencias por sexo.

 

Manifestaciones clínicas.

La característica principal es el dolor alrededor del epicóndilo medial del codo, que se irradia al antebrazo por la musculatura flexopronadora, y a veces, hacia la porción proximal del brazo. El dolor es de inicio gradual que se intensifica con las actividades diarias, se puede agregar debilidad sobre todo al tomar objetos. A veces, puede asociarse dolor nocturno que puede interferir con el sueño.

 

Diagnóstico.

Este, al igual, que la epicondilitis lateral, es eminentemente clínico.

Los estudios están orientados a confirmar el diagnóstico y a descartar otras patologías frecuentes que ocasionan dolor en la cara interna del codo, como la neuropatía por atrapamiento del nervio cubital, artrosis o inestabilidad del codo.

Dentro del estudio, se solicitan una radiografía, que en la mayoría de los casos va a estar normal, pero puede mostrar calcificaciones en un estado avanzado de la enfermedad y sirve para descartar artrosis, y una ecografía, que va a mostrar el estado del tendón, la presencia de microrroturas, y además puede ver los otros tejidos blandos alrededor del codo, como los nervios.

Se puede solicitar además una Resonancia nuclear magnética, una tomografía computada, exámenes de sangre o una electromiografía, todo esto para el diagnóstico diferencial, descartar artritis, lesiones ligamentarias, atrapamientos nerviosos, etc.

 

Tratamiento.

El tratamiento es igual que la epicondilitis lateral, principalmente médico (no quirúrgico) mostrando mejoría en habitualmente 85-90% de los casos, que siendo precoz, permite volver a las actividades normales sin restricción. Hay que tener en cuenta, que la epicondilitis suele desaparecer entre los 12-18 meses de evolución de la enfermedad en forma espontánea, sin hacer ningún tipo de tratamiento.

Este consiste en medidas para aliviar el dolor e inflamación, se indica el uso de un brace (brazalete) durante las actividades para el alivio del dolor.

Además se indica fisio y kinesioterapia.

Pero nada de esto funcionará si no se realiza el apropiado reposo, es decir, identificar y suspender la actividad repetitiva que está provocando esta enfermedad, modificando las actividades de la vida diaria o rutina del trabajo que se lleven a cabo, no siendo necesario el reposo absoluto. Según la evolución de los síntomas, la respuesta al tratamiento y la evaluación médica, se pueden aplicar otros tipos de tratamiento, como infiltraciones, de corticoides o plaquetas, ondas de choque, etc.

El tratamiento quirúrgico se reserva para aquellos casos que no responden a tratamiento médico conservador, esto es al menos 6 meses de tratamiento bien llevado consistente en las medidas mencionadas anteriormente, y con alteraciones estructurales en los exámenes.

 

 

Atrapamiento del nervio cubital a nivel de codo.

Neuritis cubital

El nervio cubital (o ulnar) es uno de los tres nervios principales del codo, va desde el cuello hasta la mano y puede atraparse en varios lugares, pero el principal sitio de atrapamiento es en la parte interna del codo, por detrás de la una eminencia ósea llamada epicóndilo medial o epitróclea. La compresión del nervio cubital en el codo recibe el nombre de "síndrome del túnel cubital".

El nervio cubital da la sensibilidad al dedo meñique y a la mitad del dedo anular, y también controla la mayoría de los músculos pequeños de la mano que ayudan con los movimientos finos y algunos músculos de la cara interna del antebrazo que ayudan a la sujeción fuerte.

El Nervio cubital es especialmente vulnerable a la compresión en el codo porque debe viajar por un espacio angosto con muy poco tejido blando para protegerlo.

En la mayoría de los casos se desconoce la causa, pero pueden haber factores predisponentes o de riesgo.

Personas con actividades en que tienen que mantener el codo flexionado y/o apoyado en superficies por largos períodos de tiempo (por ejemplo, trabajar en escritorio con el codo apoyado y doblado), doblar repetidamente el codo, o simplemente dormir con los codos flexionados, puede ocasionar irritación y compresión del nervio.

En algunas personas, puede que el nervio cubital se subluxe, es decir, salga de su posición pasando por delante del epicóndilo medial cuando el codo se flexiona, lo que en el tiempo, puede irritar el nervio.

Y por último, personas que han sufrido anteriormente fracturas o luxaciones del codo, o que desarrollan artrosis con formaciones de hueso o calcificaciones que puedan comprimir el nervio.

 

Manifestaciones clínicas.

Aunque el atrapamiento del nervio es a nivel del codo y puede haber dolor en la cara interna de éste, las mayoría de los síntomas ocurren en la mano.

Se produce un adormecimiento y/o hormigueo en los dedos anular y meñique, con más frecuencia con el codo flexionado y/o apoyado, como cuando uno maneja un vehículo o trabaja en un escritorio, algunas personas despiertan con los dedos adormecidos. Puede haber también sensación de debilidad o pérdida de fuerza al tomar objetos. Incluso puede ocasionar atrofia de los músculos de la cara interna palmar de la mano si el nervio se encuentra comprimido por mucho tiempo. Esto último, si ocurre, ya no se puede revertir.

 

Diagnóstico.

Este es esencialmente clínico, en base a los síntomas referidos por el paciente y a un buen examen físico, que comprende evaluar desde el cuello hasta la mano.

Se solicitan exámenes para ver confirmar el estado del nervio y el nivel del atrapamiento. El principal es un estudio de conductividad de los nervios, la electromiografía y velocidad de conducción nerviosa, que comprueba que tan bien está funcionando el nervio y donde se está atrapando.

Puede pedirse además una ecotomografía que ve las características del nervio, si se encuentra adelgazado en alguna parte o si se luxa, además para el estudio de alguna patología asociada. Otro estudio que puedes solicitarse son una radiografía para ver si hay artrosis u osificaciones que puedan estar comprimiendo el nervio.

 

Tratamiento.

Cuando la compresión lleva poco tiempo o es definida leve con el examen físico y los exámenes, se realiza un tratamiento médico.

Este consiste en medidas generales como evitar las actividades que requieran mantener mucho tiempo el codo doblado, evite la presión o el apoyo prolongado sobre la cara interna de su codo (se evalúan medidas de protección o el puesto de trabajo), o tratar de mantener el codo extendido en la noche cuando duerme. Se indican además analgésicos antininflamatorios, férulas nocturnas para evitar doblar el codo en la noche.

El tratamiento quirúrgico se indica si después de 3 a 6 meses de hacer un tratamiento médico bien llevado, los síntomas no mejoran, o si el examen físico y los exámenes solicitados indican que el nervio se encuentra muy comprimido.

 

 

Las bursas son pequeños sacos de líquido que facilitan el desplazamiento de las estructuras músculo esqueléticas, unas sobre otras durante el movimiento. Hay más de 150 bursas en el cuerpo humano, siendo la bursa del olecranon una superficial ubicada en la parte posterior del codo.

Bursitis de olecranon

Las bursas del olecranon del codo y prepatelar de la rodilla, son las bursas más predispuestas a inflamación e infección debido a su ubicación.

La bursitis del olecranon es la inflamación de la bursa del olecranon, en la región posterior del codo. Esta puede ser por causas traumáticas, inflamatorias o infecciosas, entre otras menos frecuentes. Las traumáticas pueden ser por un golpe directo o por presión sostenida o repetitiva (apoyo) sobre la bursa, y las inflamatorias por enfermedades sistémicas como gota o artritis reumatoidea.

Dentro de la sintomatología, esta se presenta a menudo como un aumento de volumen en la región posterior del codo, a menudo indolora, pero molesta muchas veces por su tamaño y aspecto poco estético, pero a veces es dolorosa asociada a un enrojecimiento o tumefacción en la zona. Generalmente no produce mayor limitación en los movimientos del codo (si los produce hay que consultar de inmediato).

El diagnóstico es clínico, sólo con la sintomatología del paciente y un examen físico. Los exámenes están dirigidos para identificar la causa en la mayoría de los casos. Se puede solicitar una ecografía para ver el contenido. La radiografía sirve para ver si hay depósitos de calcio y descartar otras patologías. Cuando hay dudas en la causa, se puede realizar una punción en la zona.

También se pueden solicitar exámenes de sangre para identificar causas inflamatorias sistémicas como gota o artritis reumatoidea.

El tratamiento es conservador, es decir, medidas para bajar la inflamación, como antiinflamatorios y hielo local, compresión, protección y cambios en las actividades de la vida diaria para evitar la presión sostenida sobre la bursa. En algunos casos, puede ser necesario terapia física y una punción aspirativa, que es diagnóstica y terapéutica a la vez.

Si la causa es infecciosa se usan antibióticos en forma empírica.

La cirugía en general no está indicada y se reserva sólo para determinados casos.

 

 

Artrosis de codo

La artrosis es una enfermedad degenerativa de las articulaciones, que se caracteriza por el deterioro progresivo de la articulación y la pérdida del cartílago que es el “amortiguador” y el “engranaje”. Con el tiempo, el cartílago se va desgastando gradualmente, pudiendo causar cambios estructurales visibles en las radiografías, y a medidas que va pasando el tiempo, puede ocasionar síntomas como dolor, limitación del movimiento, deformidad y pérdida del funcionamiento de la articulación afectada.

Las causas de la artrosis son multifactoriales, genética, etnia, envejecimiento, densidad del hueso, carga de la articulación afectada, malalineamiento de las extremidades y obesidad. También hay artrosis secundarias a trauma (fracturas), enfermedades inflamatorias sistémicas (como artritis reumatoidea) e infecciones.

En el caso de la artrosis de codo, cuando se desarrolla antes de los 40 años, en general, es debido a fracturas, pero también la desarrollan personas con labores manuales que usan cargas pesadas e intensas.

Cuando la enfermedad está en sus estados más iniciales, es asintomática. Los síntomas se van manifestando a medida que avanza la enfermedad y estos consisten en dolor y disminución progresiva de la movilidad. Se pueden agregar crujidos, sensación de “bloqueo” al mover la articulación e inflamación.

El diagnóstico se realiza en base a la historia del paciente, en que son importantes lesiones previas, actividades que causen “estrés” repetitivo de la articulación, la sintomatología, y un examen físico en que se ven los rangos de movimientos del codo, en que rangos se desencadena el dolor, y presencia de síntomas asociados como hormigueo de la extremidad y dolor en otras articulaciones, entre otros.

Para el estudio inicial, se solicita una radiografía que muestra los cambios de la articulación. En algunos casos, se indica realizar una tomografía axial computada (TAC) o una resonancia magnética, sobre todo en el caso que sea necesario operar.

El tratamiento de la artrosis de codo es conservador, y consta de reposo, antiinflamatorios, cambios en las actividades de la vida diaria, hielo local, etc.

Se puede indicar fisio y kinesioterapia y según la evaluación médica, infiltraciones con corticoides.

El tratamiento quirúrgico se indica cuando el tratamiento médico conservador no ha tenido buenos resultados, para aliviar el dolor y la discapacidad que genera la artrosis.

Este tiene que evaluarse según el estudio preoperatorio con un TAC, y puede ser artroscópico, abierto o llegar a una prótesis total de codo según sea el caso. Esta última se reserva sólo para pacientes mayores sin grandes demandas físicas.

 

 

Rigidez de codo

La rigidez de codo es un cuadro clínico que consiste en la pérdida de la movilidad normal (total ó parcial) en el codo. Puede ser una afectación de la flexión, la extensín, la pronación del antebrazo, la supinación del antebrazo, ó más frecuentemente, una combinación de ellas.

Existen múltiples causas que pueden llevar a la aparición de una rigidez en el codo. Las causas pueden ser intrínsecas, cuando lo que se afecta es la parte interna de la articulación (normalmente la parte ósea), ó extrínseca, cuando la causa esta por fuera de la articulación ó en las estructuras circundantes.

Habitualmente la rigidez de codo se desarrolla por causas “mixtas”, tanto intrínsecas como extrínsecas.

Lo más frecuente, es que el desarrollo de una rigidez de codo sea consecuencia de un traumatismo sufrido en la articulación. Después de fracturas en el codo, luxaciones, ó intervenciones quirúrgicas, no es extraño que los pacientes desarrollen una rigidez de codo.

También puede producirse por procesos inflamatorios crónicos (por ejemplo, la artritis reumatoide).

El síntoma habitual es la limitación de la movilidad. El arco promedio de movilidad en la población discurre entre los 140-145º de flexión del codo y extensión completa. El rango promedio de pronosupinación suele estar entre los 80-90º de pronación y de supinación (rotaciones). En función de la causa, puede estar acompañado de otros síntomas (dolor, síntomas de compresión nerviosa, etc.)

Es fundamental una adecuada anamnesis y exploración física para determinar la causa o causas relacionadas con la aparición de la rigidez. En función de la causa, y también del grado de limitación que presenta el paciente, el tratamiento puede variar, desde medidas de manejo conservador, hasta los procedimientos quirúrgicos encaminados a mejorar la movilidad en el codo, denominados comúnmente artrolisis de codo. Estos procedimientos, en función del tipo de lesión y del tipo de paciente, pueden ser realizados de forma artroscópica (mediante pequeñas incisiones en la piel y la introducción de una cámara en la articulación codo), ó de manera abierta.

Tras un breve periodo de recuperación, el paciente inicia la movilización precoz de la articulación para evitar el desarrollo de una rigidez postquirúrgica. es necesaria la rehabilitación postoperatoria para evitar el desarrollo de una nueva rigidez postquirúrgica. El periodo completo de recuperación puede alargarse varios meses tras la cirugía.

 

Rehabilitación y ejercicios

En todas las patologías de extremidad superior es importantísima la etapa de rehabilitación, para ello el médico tratante le explicara el momento adecuado en que debe dirigirse al Kinesiólogo para comenzar con esta.

El objetivo de la Kinesiología es poder ayudar al paciente en toda su etapa de recuperación. Al manejo del dolor, favoreciendo los procesos de reparación y cicatrización, a disminuir la inflamación, recuperar la movilidad de los segmentos involucrados, mejorar la fuerza y equilibrio de los músculos para volver a tener la funcionalidad de la extremidad.

Para lograr esto, el equipo de Kinesiólogos contamos con diferentes técnicas y tecnología, maquinas como el ultrasonido, electro analgesia, electro estimulación, onda corta (ultratermia) y técnicas de terapia manual y ejercicios, entre otros.

Todo el proceso debe ser indicado por el Médico tratante, con el que se mantiene una constante comunicación para ir viendo los progresos del paciente. A continuación podrás ver un serie de ejercicios que te servirán para ayudarte en la primera etapa de recuperación.

 

Pauta de ejercicios patología

Bursitis subacromial – Tendinosis manguito rotador

Bursitis subacromial – tendinosis manguito rotador.

Etapa I

  1. Acostado boca abajo, ir a juntar las manos detrás de la espalda.
  2. Acostado boca abajo, manos en la nuca, llevar los codos arriba y mantener 10 segundos.
  3. Acostado boca abajo, manos adelante, levantar las manos arriba y mantener 10 segundos.
  4. Acostado, llevarlas manos arriba en la línea media con un bastón.

 

 

Pauta de ejercicios patología

Fortalecimiento manguito rotador

Fortalecimiento manguito rotador

Etapa I

  1. Sentado, con una banda elástica, llevar brazos hacia delante estirando los codos.
  2. Sentado, con una banda elástica, separar los brazos a los lados con los codos estirados.
  3. De pie, con una pesa (1 kg), codo doblado en 90 grados, llevar el antebrazo desde dentro hacia afuera.
  4. De pie, ayudandose con la mano del lado indemne, llevar la otra extremidad de lado a lado (también se puede usar una pelota).

 

 

Pauta de ejercicios patología

Luxación de hombro

Luxación hombro

Etapa I (2 día post op o no)

  1. Juntar hombros atrás llevando omoplatos a la línea media.
  2. Con cuerpo apoyado, hacer giros en el sentido horario y después en el contrario.

Etapa II (3 semanas operado o no)

  1. Acostado, llevar brazos hacia arriba estando en la línea media (usando un palo o bastón).
  2. Acostado, llevar brazos desde las piernas hacia arriba y atrás (usando un bastón).
  3. Contra la pared, llevar brazos hacia atrás con codos estirados (usando un bastón).
  4. Contra la pared, juntar las manos lo más posible y hacer flexión de codos, llevando las manos lo más arriba posible.

 

 

Pauta de ejercicios patología

Fracturas de codo

Fractura de codo

Etapa I: (2 día post fractura op o no)

  • Ejercicios mano: Abrir y cerrar la mano
  • Ejercicios hombro: Llevar hombros atrás juntando omoplatos

Etapa II: (3ª semana post fractura op o no)

  1. Flexo extensión de codo con mano en neutro. Prono supinación (rotaciones) de antebrazo con codo flectado en 90º.
  2. Flexo extensión de codo con palma hacia arriba.
  3. Flexo extensión de codo con mano en pronación (palma hacia abajo).
  4. Prono supinación de antebrazo en movimientos sucesivos (girar antebrazo llevando palma arriba y abajo).

 

 

Equipo de especialistas

El Equipo de Hombro y Codo de Clínica Santa María se conforma por traumatólogos expertos en patología traumática, degenerativa y deportiva.

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Dr. Alejandro Viacava Sánchez

Jefe de equipo


 
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Dr. Raúl Aguila Miranda

Traumatólogo


 
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Dr. Héctor Carreño Anriquez

Traumatólogo


 
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Dr. Sebastián Coda Echeñique

Traumatólogo

 

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Dr. Diego Cuzmar Grimalt

Traumatólogo


 
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Dr. Gonzalo Gana Hervías

Traumatólogo


 
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Dr. José Tomás Rojas Viada

Traumatólogo


 

Información pre operatoria

Documentos para hospitalización

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Carnet de identidad

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Orden de hospitalización


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Exámenes clínicos solicitados

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Exámenes imagenológicos

Exámenes Preoperatorios

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Hemograma/VHS

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Perfil Bioquímico


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Electrocardiograma de reposo

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Otros Según Patología

Indicaciones al Ingreso

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Régimen cero, sin líquidos ni sólidos 8 horas antes de realizar el examen.

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Presentarse 2 horas antes de la hora programada


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Suspender Aspirina y/o anticoagulantes 7 días antes

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Presentarse en admisión 6º piso Torre Bellavista


Descarga de consentimientos informados según operación