Un cáncer de ovario avanzado hizo que Ximena Cruz dejara Arica durante ocho meses para tratarse en Clínica Santa María. Luego de su último ciclo de quimioterapia, hoy está feliz de vuelta en su ciudad.
Ximena Cruz (73), madre de dos hijos y abuela de cuatro nietos, estaba de vacaciones en Santiago, en febrero del año pasado, cuando decidió realizarse una colonoscopía que le indicaron en un control ginecológico. Los resultados no fueron positivos.
Ximena tenía cáncer de ovario grado 3. Su estadía de dos semanas en la capital, se alargó a ocho meses por el tratamiento. En primera instancia fue tratada por el equipo gineco-oncológico, recibiendo inicialmente quimioterapia seguida de una cirugía que incluyó la extirpación de los tumores ováricos y parte del recto. Luego el tratamiento requirió de la participación del equipo de Cirugía Oncológica Digestiva.
En esta etapa, fue sometida a un último tratamiento denominado Quimioterapia Intraperitoneal Hipertérmica (HIPEC), que consiste en la administración de quimioterapia en la cavidad abdominal a temperaturas que van desde los 40 a los 42°C, lo que permite la destrucción de células tumorales residuales resistentes al tratamiento habitual.
“Una de las ventajas que tenemos en la Clínica, es que somos un equipo quirúrgico maduro, con muchos años de trayectoria en este tipo de cirugía oncológica intraabdominal”, resalta el Dr. Hernán de la Fuente, médico jefe de Cirugía Digestiva, quien estuvo a cargo de la operación de Ximena.
Desde septiembre, la ariqueña se encuentra de vuelta en su ciudad disfrutando de su familia, desde donde agradece profundamente al equipo que la acompañó: “En la Clínica hicieron todo lo que tenían que hacer. Los especialistas, las enfermeras, el personal de aseo, un siete. Clínica Santa María ya es mi casa”, finaliza.