Corresponde a una respuesta inmune exagerada producida frente al consumo de algún alimento específico. La forma en que ésta se manifiesta puede variar en cada individuo. La única manera efectiva de combatirla, es eliminando por completo de la dieta el alimento que la produce.
Nuestro sistema inmunológico funciona generando anticuerpos para protegernos de sustancias nocivas como virus o bacterias. Sin embargo, en algunas personas se desencadena una respuesta inmunitaria cuando se expone a una sustancia que generalmente es inofensiva, como por ejemplo un alimento.
Es importante recurrir a un especialista cuando se sospeche de una posible Alergia. “El diagnóstico se basa en la historia clínica del paciente y el examen físico. Pero siempre hay que acompañarlo de exámenes como la IgE específico, el prick test y test de parche. En algunos casos con compromiso gastrointestinal, se hacen además test de hemorragias ocultas, el cual -dependiendo de la evaluación del Gastroenterólogo- puede complementarse con colonoscopía o endoscopía alta con biopsia”, explica la Dra. María Angélica Marinovic, Inmunóloga de Clínica Santa María.
¿Cómo se manifiesta una Alergia Alimentaria?
Los síntomas principales, como picazón, náuseas, dolor de estómago o diarrea, generalmente comienzan dentro de pocos minutos hasta 48 ó 72 horas después de haber ingerido el alimento.
El tipo de manifestación de una Alergia Alimentaria es variable. Por ejemplo, pueden presentarse con síntomas gastrointestinales como cólicos, diarrea, constipación, deposiciones con estrías de sangre, vómitos o reflujos. A nivel de la piel se puede presentar como urticaria, hinchazón de las partes blandas del cuerpo como los labios o párpados (Angioedema) o como placas rojas descamativas y compromiso de pliegues muy pruriginosos (Dermatitis Atópica).
Asimismo, a nivel del aparato respiratorio se puede manifestar como Rinitis Alérgica, Tos Crónica, Bronquitis Obstructiva recurrente o Asma.
¿Las Alergias se heredan?
La predisposición genética es muy importante para el desarrollo de todas las Alergias en general. Si el niño tiene un padre alérgico, el riesgo de que éste también lo sea es de un 20 a 40%. Ahora bien, si tiene a sus dos padres alérgicos, el riesgo aumenta desde un 40 hasta un 60%.
¿Cuál es el tratamiento?
La Dra. Marinovic explica que “es simple y efectivo: hay que eliminar el o los alimentos responsables y buscar alguno que lo pueda sustituir. Además, cuando los niños son muy pequeños las Alergias suelen ser transitorias y desaparecen a medida que van creciendo”.
Con la colaboración de: Dra. María Angélica Marinovic, Inmunóloga de Clínica Santa María.