La falta de ventilación en lugares cerrados puede conllevar a importantes problemas a la salud, considerando que pasamos el 80% del tiempo en estos espacios. Estufas a parafina, leña, carbón y el tabaco son algunas de las fuentes más importantes de material particulado al interior de las viviendas. Infórmate más.
La contaminación intradomiciliaria es aquella producida por toda emisión de sustancias y compuestos dentro de recintos cerrados tales como casas, colegios y oficinas. Ésta representa un riesgo para la salud de la población, ya que muchas veces estos espacios no cuentan con un buen sistema de ventilación. Ello ocurre sobre todo en ciudades o países donde la combustión a leña o carbón es frecuente.
“La polución intradomiciliaria afecta más que la ambiental debido a la gran cantidad de tiempo que estamos expuestos a ella. Estudios han demostrado que el nivel de partículas al día en un lugar cerrado es hasta 300 veces superior a lo ideal”, sostiene el Dr. Mauricio Ruiz, médico broncopulmonar de Clínica Santa María.
Si bien la contaminación ambiental genera daño de forma masiva, levantando mayor preocupación de las autoridades, pocos saben que la polución al interior del hogar también puede derivar en graves enfermedades respiratorias. “Lo principal de este problema es el material particulado, el que se ha asociado al desarrollo de patologías cardiopulmonares como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), el asma y la cardiopatía coronaria”, señala el especialista. Por otro lado, también hay riesgo de inflamación e irritación de las vías respiratorias, facilitando la aparición de infecciones virales o bacterianas.
Cómo prevenir
Para disminuir la contaminación intradomiciliaria el Dr. Mauricio Ruiz detalla medidas simples y fáciles de llevar a cabo:
- Evitar los combustibles más contaminantes como leña, parafina y carbón, favoreciendo el uso de electricidad, calderas y gas licuado o de cañería.
- No fumar ni exponerse al humo del cigarrillo, sobre todo en lugares cerrados ya que se contamina el ambiente afectando no sólo a quien lo consume sino a las personas que están alrededor.
- Al hacer el aseo, utilizar un paño húmedo para sacudir para evitar el levantamiento de polvo.
- Controlar el vapor al cocinar, ya que el exceso de éste provoca daños en la salud de las personas.
- Ventilar la casa al menos una vez al día aunque sea invierno.
Con la colaboración de: Dr. Mauricio Ruiz, médico broncopulmonar de Clínica Santa María.