Tipo I
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Habitualmente esta patología compromete a gente joven, de hecho, el 80% de los pacientes son diagnosticados antes de los 20 años. Es una enfermedad auto inmunitaria en la cual la persona deja de producir insulina y, por lo tanto, no puede controlar la elevación de glucosa.
Si no hay cuidados el individuo tendrá riesgo de una complicación como un coma diabético, que es la expresión de la falta de insulina en la sangre que hace que se movilicen grasas, lo que genera cetonas que se acumulan en la sangre y eso produce una baja del pH sanguíneo que puede producir compromiso en la vida de la persona.
Factores de riesgo
Tener un familiar cercano con diabetes tipo 1, por ejemplo, un gemelo, hermano, padre o madre. Sin embargo, la genética no juega un rol tan importante como en el caso de la diabetes tipo 2.
Síntomas
Éstos se presentan bruscamente y pueden ser mucha sed, orinar frecuentemente, baja de peso, dolor abdominal (que se puede confundir con apendicitis), náuseas y vómitos.
Tratamiento
Como el problema es que se deja de producir insulina, el tratamiento consiste en proporcionarla desde el primer día en que se diagnostica la enfermedad. Además, se enseña a medir la glicemia (para así aplicar la cantidad de insulina necesaria en cada comida), a inyectarse esta insulina y a ser consciente de cuáles son las complicaciones producto del tratamiento (como podría ser una hipoglicemia). También es necesario que el "debutante" sepa cómo será su día a día, cómo debe comer, etc. Lo que se requiere para un buen tratamiento es educación de la enfermedad.
Examen a realizar
Una glicemia en ayuno.
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Tipo II
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Hasta hace algún tiempo atrás, este tipo de diabetes era propia de los adultos. Sin embargo, con el incremento de la obesidad infantil y juvenil, estamos viendo un desplazamiento de la curva hacia edades más jóvenes.
La diabetes tipo 2 ha tenido un crecimiento explosivo en el mundo por varias razones, entre ellas, la mayor esperanza de vida y el aumento de la obesidad. Las cifras son irrefutables. Por ejemplo, la población china ha aumentado los casos de esta enfermedad de un 1% a un 5% en un lapso de 20 años. Este mismo fenómeno lo tenemos en Latinoamérica y en Norteamérica.
En esta enfermedad, que se ha transformado en una verdadera epidemia mundial, coexisten dos fenómenos: Hay una menor producción de insulina por las células Beta del páncreas (productoras de insulina) y segundo, hay una resistencia a la acción de esta insulina en los tejidos periféricos. Estos dos hechos combinados hacen que un sujeto genéticamente predispuesto exprese la diabetes tipo 2.
Factores de riesgo
Si se tiene un padre o una madre diabética, hay un gran riesgo de padecer esta enfermedad. También influyen otros factores como la edad -mientras más avanzada mayor es el riesgo-, la obesidad -80% de los diabéticos al momento del diagnóstico son obesos- y el sedentarismo, que también juega un rol importante.
Síntomas
Pueden presentarse o no síntomas. Es más, éstos pueden pasar desapercibidos. Como la sintomatología no se presenta necesariamente en forma brusca, el individuo se puede adaptar a la sed, a orinar frecuentemente y a su baja de peso. Otras señales que podrían aparecer, y tampoco ser advertidas por el enfermo, son el compromiso del estado general, somnolencia, picazón, inflamación del glande (o pene balanitis) en los hombres e inflamación de la vagina (vulvovaginitis) en las mujeres.
El 50% de la gente diabética tipo 2 reconoce los síntomas y consultan por ellos, pero lamentablemente el resto consulta por las complicaciones de la enfermedad muchos años después de haber aparecido. A esas alturas, ya presentan complicaciones tales como retinopatía diabética (problemas a la vista), falla renal grave, herida en un pie que puede llevar a una amputación, infarto, entre otras.
Tratamiento
El tratamiento se basa en la educación del paciente. Él debe saber de qué se trata la enfermedad, cuáles son las complicaciones y riesgos, y tiene que aprender una serie de buenos hábitos como mantener una alimentación saludable y peso adecuado, realizar actividad física con regularidad, evitar fumar y beber con moderación. También está el tratamiento farmacológico oral que tiene múltiples posibilidades de distintos costos y eficacias y el tratamiento con insulina (diferentes tipos), la que puede llegar a ser usada durante el transcurso de la enfermedad en algunos pacientes. Finalmente, todos los diabéticos tipo 2 tendrán que aplicarse insulina.
Chequeos
En primer lugar, si tienes familiares directos con diabetes en tu familia, debería existir educación con respecto a la enfermedad. Adicionalmente, es necesario que las personas con alto riesgo genético se realicen una glicemia a partir de los 20 cada cinco años, y a partir de los 40 de forma anual.
Examen a realizar
Una glicemia en ayuno.
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Gestacional
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La diabetes gestacional se define como la intolerancia a la glucosa que se inicia o es reconocida por primera vez durante el embarazo.
Se estima que entre un 3 y 5% de las mujeres embarazadas padecen de diabetes gestacional. Esta frecuencia aumenta si se consideran a mujeres con factores de riesgo diabético.
Para identificar a aquellas mamás con esta patología, es necesario realizar una prueba de tolerancia a la glucosa entre las semanas 20 y 28 del embarazo. Se busca activamente cuando hay factores de riesgo como: la mujer tiene más de 40 años, es obesa o ha subido de peso con el embarazo y tiene antecedentes familiares. Al ser esta enfermedad asintomática, una mujer puede pasar todo su embarazo sin ser diagnosticada y ahí radica la importancia de realizar este examen.
¿Cómo cuidarse?
Si no se controla adecuadamente, aumentan las posibilidades de que la paciente desarrolle una diabetes posterior al embarazo. La mujer con esta condición si no modifica su estilo de vida por uno con alimentación saludable y actividad física, va a tener mayor riesgo de ser diabética en el futuro. Además, el recién nacido también va a tener más riesgo de serlo. En el caso de las complicaciones fetales, la más habitual es la macrosomía fetal, es decir, guaguas excesivamente grandes. También puede desarrollar una hipoglicemia (baja de glucosa en la sangre) al nacer. Después del parto, la diabetes gestacional en la madre desaparece, pero queda con este antecedente para futuros embarazos.
Tratamiento
Este tipo de diabetes se trata controlando la alimentación con un régimen estricto, limitado en hidratos de carbono, lípidos y proteínas. Si con la dieta la paciente sigue presentando glicemias elevadas (alta concentración de glucosa en la sangre), hay que agregar insulina al tratamiento. Se utiliza durante el periodo restante de embarazo, pero después del parto lo más probable es que la persona no requiera más de ella.
Prevenir es la mejor opción
Mantener un aumento de peso dentro de rangos aceptables (un kilo por mes de gestación), realizar actividad física moderada y adecuada para el embarazo evitando el sedentarismo, son las recomendaciones para evitar desarrollar una diabetes gestacional. |