Es muy frecuente ver cadenas en redes sociales o escuchar llamados en medios de comunicación solicitando donantes de sangre para un enfermo. Muchas veces sólo ante este requerimiento de parte de un anónimo o una persona cercana pensamos en donar, pero la importancia de contar con este vital elemento en los Bancos de Sangre, invita a replantearnos esta conducta.
Donar sangre es un acto solidario que permite salvar hasta cuatro vidas y no provoca ninguna complicación posterior. La donación es necesaria porque, hasta la fecha, no se ha logrado una tecnología capaz de reemplazarla. Existe una necesidad constante de donaciones voluntarias, ya que la sangre tiene un tiempo de duración de alrededor de 35 días desde el momento de su extracción, por lo que es fundamental que los Bancos de Sangre cuenten siempre con la reposición necesaria frente a emergencias médicas que requieran transfusión sanguínea.
La donación de sangre es un procedimiento seguro. Todo el material utilizado es esterilizado y desechable. Previo al proceso, el voluntario es entrevistado en forma confidencial por un especialista de esta Unidad.
Cabe mencionar que la sangre donada es totalmente gratis para quien la recibe. Sin embargo, los exámenes y procedimientos asociados a la transfusión sí tienen un costo asociado.
Requisitos básicos
- Tener entre 18 y 65 años
- Estar sano
- Pesar más de 50 kilos
- No estar en ayuno
Desde el lunes 8 al viernes 12 de junio y por cuarto año consecutivo, Clínica Santa María realizará una colecta voluntaria a público general con el objetivo de sensibilizar y fomentar la ayuda solidaria.
¡Te esperamos!
Con la colaboración de: Edgardo Saá, tecnólogo médico y coordinador Banco de Sangre de Clínica Santa María.
¡Solidaridad a imitar!
Gabriel Werner de 56 años, es donante altruista desde 1979. Su motivación nació a raíz de una campaña que se llevaba a cabo todos los años en su universidad, ubicada en Montreal, Canadá. Lo reconoce como un tema de voluntad consciente, ya que entiende la constante falta de sangre en centros de salud como un problema a nivel mundial. “Viví en Sudáfrica, EE.UU., Canadá y ahora en Chile y todo ese tiempo seguí siendo donante. Es probable que los valores familiares influyeron también, uno aprende a valorar la ayuda, tanto recibida como entregada. ¡Hay una satisfacción en poder hacer algo para otra persona!”, explica. A la fecha, Gabriel ya superó las 100 donaciones y espera seguir haciéndolo hasta que pueda. Un verdadero acto de generosidad.