Para muchas personas, los lunares son manchas que situadas en ciertas partes del cuerpo, incluso, son atractivas. Aunque parezcan inofensivos, pueden cambiar y convertirse en melanoma, un tipo de cáncer de piel. ¿Sabes cuándo preocuparte?

Los lunares están formados por células névicas y su pigmento por melanocitos. Presentan un ciclo de vida que comienza con la aparición de una pequeña mancha que luego puede crecer algunos milímetros. Con el paso de los años, va adquiriendo volumen, forma redondeada y puede tener vellos.
No obstante, cualquier cambio notorio debe ser evaluado por un dermatólogo, ya sea de color, forma o bordes, porque puede advertir la presencia de melanomas malignos. Aprende a identificar los lunares peligrosos con la sencilla regla
“A, B, C, D, E”:
A - Asimetría: Un lunar benigno siempre es simétrico. Si una mitad es diferente a la otra consulta a un dermatólogo.
B - Borde: Los bordes deben ser regulares. Si ves imperfecciones o el borde es poco definido, visita a un especialista.
C - Color: Consulta si ves alguna mancha marrón, roja, azul o negra en alguno de tus lunares.
D - Diámetro: Si un lunar mide más de 6 milímetros, chequéalo con un dermatólogo.
E - Extensión: Si notas crecimiento en extensión de una lesión pigmentada, evalúala con un especialista.
Para llevar un control de los lunares, se recomienda:
- Examina tu cuerpo por delante y por detrás frente a un espejo, luego los costados con los brazos arriba.
- Dobla los codos y observa por debajo de los brazos, antebrazos, manos y palmas.
- Observa detrás de las piernas y pies, revisa entre los dedos y en las plantas.
- Mira detrás del cuello con un espejo de mano. No olvides las orejas.
Es aconsejable no abusar del sol, ya que el cáncer de piel tiene directa relación con la exposición solar. Por eso, se recomienda utilizar bloqueador con factor 30 en la mañana, al mediodía y en la tarde y evitar la exposición en los horarios de mayor riesgo, es decir, entre las 11:00 y las 16:00 horas.
Con la colaboración de: Dra. Hilda Rojas, dermatóloga de Clínica Santa María.