El VRS causa infecciones del tracto respiratorio en personas de todas las edades. En los niños es la principal causa de infecciones respiratorias agudas bajas, como bronquiolitis y neumonía. Se presenta en forma epidémica durante los meses fríos, especialmente en julio y agosto.
Esta enfermedad es altamente contagiosa, lo que determina que más del 50% de los niños sufra la primera infección por este virus durante el año de vida y el 100% una infección antes de los 3 años. Además, las reinfecciones son muy frecuentes.
En la mayoría de los casos provoca un cuadro leve, con congestión y secreción nasal, tos y, a veces, fiebre. En los menores de un año habitualmente produce bronquiolitis, un extenso proceso inflamatorio que afecta toda la vía aérea hasta los bronquios más finos (bronquíolos), provocando una obstrucción al paso del aire. Alrededor de un 3% de los casos requieren hospitalización por insuficiencia respiratoria.
¿Cuáles son los síntomas y signos de gravedad?
• Respiración rápida: Más de 60 por minuto en lactantes.
• Retracción: Hundimiento de la piel entre las costillas o debajo del tórax.
• Tiraje: Hundimiento de la parte superior del tórax.
• Aleteo nasal: Apertura exagerada de los orificios nasales al inspirar.
• Quejido respiratorio permanente.
• Compromiso de conciencia, somnolencia o agitación.
• Palidez o tinte azulado de la zona alrededor de los labios.
Si tu hijo(a) presenta algunos de estos síntomas es necesario consultar de inmediato en un Servicio de Urgencia.
Medidas de prevención
• El lavado de manos constituye la medida más eficaz para evitar la propagación del VRS.
• Evitar el contacto de los niños con personas enfermas aun cuando los síntomas sean leves.
• Nunca exponer a los niños al humo de tabaco y tampoco al frío.
Con la colaboración de: Dr. Jaime Lozano, broncopulmonar infantil de Clínica Santa María.