Son un importante problema de salud a nivel mundial. Se producen por el consumo de agua o alimentos contaminados con microorganismos, parásitos o sustancias tóxicas, provocando diversas intoxicaciones e infecciones.
Los síntomas varían según el tipo de contaminación, así como por la cantidad de alimento consumido. Generalmente, provocan diarrea, vómitos y dolor de estómago, también pueden causar fiebre, enrojecimiento de la piel, taquicardia, dolor de cabeza, entre otros.
En la mayoría de los casos, el cuadro dura un par de días y no produce complicaciones. No obstante, en ocasiones, puede provocar graves secuelas, sobre todo en los grupos más vulnerables, como embarazadas, niños menores de cinco años, adultos mayores y personas con enfermedades crónicas.
Recomendaciones
En Chile, el mayor número de brotes se manifiesta durante la primavera y el verano, principalmente por el consumo de productos del mar. Por eso, el Ministerio de Salud recomienda reforzar las medidas de higiene en la preparación y consumo de alimentos:
- Lava bien tus manos con agua y jabón antes de comer, al preparar alimentos y después de ir al baño.
- Manipula por separado los alimentos crudos (carnes, pescados, mariscos, verduras) de los demás productos, para evitar la contaminación cruzada.
- Consume los alimentos bien cocidos, especialmente carnes, pollo, huevos, pescados y mariscos. También las frutas, verduras y hortalizas que crecen a ras del suelo.
- Mantén los alimentos a temperatura segura. Los productos refrigerados deben estar a menos de 5ºC y los platos calientes a más de 65ºC.
- No consumas huevos crudos o ligeramente cocidos. Evita la mayonesa casera.
- Compra y consume alimentos sólo en recintos autorizados por la Seremi de Salud.
- Utiliza sólo agua potable. Si no hay, hiérvela al menos 3 minutos y déjala enfriar.
- Mantén limpios baños y cocinas. Lava y desinfecta las superficies y utensilios de cocina que han estado en contacto con alimentos de riesgo antes de usarlos nuevamente.