Los invitamos a tener un rico “18”, pero disfrutar a conciencia. Con cambios que requieren voluntad y un poco de esfuerzo, festejar no perjudicará tu salud ni te causará arrepentimiento por los kilos ganados.

En septiembre se come y mucho. Y no se trata de alimentos sanos, sino de productos ricos en grasa y azúcares. Es cosa de enumerar los que más se consumen:
Empanadas, anticuchos, pan amasado y bebidas alcohólicas.
Para no lamentarse luego de las fiestas, estas comidas pueden ser reemplazadas por alternativas más saludables, que no harán sumar kilos y ayudarán a evitar problemas gástricos -como acidez e hinchazón- que aumentan notoriamente en esta época.
Lo primero es planificar la comida. Buenas opciones son la carne de vacuno magra y el pollo sin cuero con ensaladas. Las que se pueden consumir libremente son la achicoria, apio, endivia, berros, rúcula, espinaca cocida y cruda, lechuga, pepino, pimentón, repollo y zapallo italiano crudo. Hay que evitar acompañamientos como las papas “mayo” o duquesas y choclo a la crema. Es recomendable no comer choripán con aderezos y pan amasado con mantequilla antes del asado o el plato principal.
A la hora del postre también hay que tener en cuenta ciertas consideraciones. Es mejor la fruta natural, que puede presentarse de manera atractiva en coloridas brochetas. Las tortas y helados, en cambio, tienen bajo aporte nutricional y muchas calorías.
También hay que tener prudencia al tomar alcohol, ya que favorece el almacenamiento de grasas. Por último, para bajar los kilos de más o mantener el peso, es esencial realizar actividad física de forma regular durante todo el año.
Con la colaboración de: Ximena Inostroza, nutricionista de Clínica Santa María.