Los altos niveles de obesidad infantil, sumados a la baja comprensión de las tablas nutricionales, hicieron que el Ministerio de Salud estableciera una nueva forma de informar el contenido para simplificar la información y mejorar los hábitos alimentarios.
Seguramente ya has visto que en los envases de los alimentos hay unos discos que advierten su alto contenido en azúcar, sodio, calorías y grasas saturadas. Esto es porque recientemente comenzó a regir la nueva Ley de Etiquetado de Alimentos, que busca crear conciencia y reducir los niveles de obesidad en el país.
En Chile, 1 de cada 3 niños menores de 6 años posee algún nivel de sobrepeso, lo que a futuro podría desencadenar enfermedades crónicas no transmisibles, como diabetes, hipertensión, hígado graso o problemas cardíacos. Por lo mismo, la implementación de esta Ley incluye la prohibición de vender alimentos no saludables dentro de los colegios, promueve el desarrollo de buenos hábitos nutricionales en estos establecimientos y elimina el uso de publicidad en alimentos dirigidos a menores de 14 años que no cumplan con los estándares requeridos por el Ministerio.
Otros aspectos que debes considerar
1. Tamaño de la porción: Puede estar detallado por porción o cada 100 gramos. Es importante fijarse que cada porción puede ser diferente y está determinada por los fabricantes del producto.
2. Ingredientes: Es la composición del alimento. Los ingredientes se escriben en orden, de acuerdo a la cantidad que posee el producto.
3. Kilocalorías: Es el aporte energético del alimento. Para saber cuántas kilocalorías posee debes considerar el tamaño de la porción, pero también la calidad del alimento. Por ejemplo, el pan blanco tiene menos calorías que el pan multigrano, pero esto no necesariamente lo hace más saludable.
4. Grasas: Es importante diferenciar el tipo de grasa. Las poliinsaturadas y monoinsaturadas, encontradas en aceites vegetales, como el aceite de oliva, frutos secos y ciertos tipos de pescados, son buenas para reducir el riesgo cardiovascular.
5. Hidratos de carbono: Los carbohidratos complejos también son azúcares, sin embargo, son beneficiosos si se consumen en cantidades adecuadas y sobre todo en productos con alto contenido de fibra.
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Una de las motivaciones detrás de este cambio fue la baja comprensión de los etiquetados nutricionales, ya que el 60% de los consumidores no los entiende. Frente a esta situación, el Ministerio de Salud decidió simplificar la información e incluir cuatro discos que permitan identificar los alimentos altos en calorías, grasas saturadas, sodio y azúcar. La recomendación es preferir los alimentos que no tengan estas etiquetas. A continuación, te explicamos qué significan.
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Con la colaboración de: Katherine Gómez, nutricionista de Clínica Santa María.